Rut era una niña de 15 años cuando fue violada por un hombre armado en la ciudad de Konso, de la Región de las Naciones, Nacionalidades y Pueblos del Sur (SNNPR) de Etiopía. Después de sufrir esa agresión la casaron con su violador, según explica Relief.
Las violaciones en esa zona no son vistas como una agresión hacia la mujer, sino como una deshonra contra su familia. Por lo que el castigo no es para reconfortar a la víctima y construir el daño sufrido, sino que la víctima está obligada a casarse con su violador con la finalidad de librar a su familia de la vergüenza. Además, si Rut no se hubiera casado con su agresor, nunca hubiese podido vivir en la comunidad.
La violación, como el matrimonio forzado, son delitos según la legislación etíope, pero son difíciles de perseguir ya que se resuelven fuera de los tribunales. Unas soluciones que hacen que el violador quede sin castigo y tampoco pague una dote.
