Estadísticas del 2019 calculan que hay más de 4,1 millones de apátridas en todo el mundo, más del 50% pertenecen a asia-pácifico. Unos datos difíciles de obtener, pero que ayudan a conocer la realidad de que muchas personas no se las considera ciudadanas. Esto sucede por varias razones como la existencia de lagunas o disposiciones contradictorias en la ley de nacionalidad, discriminación contra grupos étnicos o religiosos, discriminación de género o falta de documentación de identidad durante generaciones (Relief).
En temas de género se han hallado que 25 países no permiten que las mujeres transfieran la nacionalidad a sus hijas e hijos. Casos que pueden suceder cuando los padres no son considerados ciudadanos, han fallecido o porque la nacionalidad del padre no permite la transferencia de la nacionalidad. Además, mujeres y niñas tienen unas barreras adicionales, las cuales están relacionadas con el género (violencia sexual, violencia de género, matrimonios forzados, embarazos precoces, entre otro).
Las organizaciones internacionales y regionales de la sociedad civil están trabajando para resolver esta situación, especialmente señalan la importancia de respaldar la participación y el liderazgo de las mujeres apátridas.
El Plan de acción mundial para poner fin a la apátrida 2014-2024, elaborado entre estados, sociedad civil y organizaciones internacionales, estableciendo un marco rector compuesto por diez acciones en las que se encuentra la erradicación de la discriminación de género. Ahora, ONU Mujeres ha publicado un documento donde muestra las buenas prácticas que se han realizado en relación a la inclusión de mujeres y niñas apátridas.
