Luisa Roldán nació en 1652, en Sevilla. Fue la primera escultora española registrada. Es una de las principales figuras de la escultura del Barroco en la Andalucía de finales del siglo XVII y principios del XVIII.
Su fama alcanza mayor relieve desde que Antonio Palomino la reconoció como “eminente escultora” y ensalza su “habilidad superior”.
Luisa Roldán fue apodada Roldana de Sevilla, que fue la primera escultora española registrada y creadora de magníficas imágenes religiosas para sacar en las procesiones.
Se formó en el taller de Sevilla. Realizaba escultura de temática religiosa. Siguió las directrices del Concilio de Trento de humanizar el arte de las imágenes, con la intención de acercar la religión al pueblo.
Por ello, realizaba esculturas de tamaño natural para sacarlas en las procesiones.
Para las esculturas utilizaba madera, barro cocido con policromía y muchas de ellas pertenecían al grupo de esculturas denominado “de candelero” o para vestir.
Hacía otras esculturas para pequeños grupos de devoción para particulares y conventos, a las que dotaba de gran movimiento y expresividad cuyas características eran propias del Barroco.
Ejecutó numerosos belenes en terracota de estilo italiano, inclinándose más por los que formaban una escena de la Natividad como grupo escultórico unido.
Sus obras se caracterizan por el dramatismo, por un lado y serenidad, por otro.
Después de la etapa de aprendizaje y primeras obras realizadas en Sevilla, se trasladó a Cádiz para realizar las esculturas encargadas por el cabildo municipal y el catedralicio. Posteriormente, viajó a Madrid, donde trabajó como escultora de cámara para Carlos II y Felipe V.
La propia escultora habla así de su obra: “Lo que sabe lo ejecuta en piedra, en madera, en barro, en bronce, en plata, y en cualquier otra materia”. Así habla de la versatilidad de su propio talento.
Lo cierto es que su talento fue muy valorado por sus contemporáneos y por historiadores futuros tanto de ámbito nacional como internacional.
De hecho, aparece en una de las entradas del diccionario biográfico universal más prestigioso del siglo XVIII, el Nouveau Dictionnaire Historique, de Chaudon
Además su magnífica técnica influyó en artistas posteriores como Pedro Duque Cornejo, Cristóbal Ramos o José Montes de Oca.
