Debido a la pandemia, el mundo del ocio está buscando alternativas para poder realizar sus actividades. En el caso del mundo del cine, salas y distribuidoras se las inventan para paliar la crisis. Hemos visto cómo se han programado estrenos virtuales, se han desplazado muchos festivales a las plataformas o se han organizado autocines en lugares bien curiosos, como el aparcamiento exterior de la Torre de Milad en Teherán (Irán) o el Museo Técnico de Speyer, en la región de Renania (Alemania).
En Israel, han encontrado una original y refrescante solución para ver películas con el debido distanciamiento social: un cine flotante. El pasado jueves, se proyectó el primer cine “navegante” en el que todos y todas las amantes del cine que quisieron pudieron disfrutar de un film subidos a barcos que navegaban por las relucientes aguas de un lago de Tel Aviv.
Debido a las restricciones por la COVID-19, en Tel Aviv se encuentran cerradas las salas de cine. Así que la municipalidad de la ciudad ha organizado esta iniciativa que permite a los residentes disfrutar del cine manteniendo una distancia de seguridad adecuada. Se facilitaron asientos a bordo de 70 botes a pedal y remo (patinetes de playa) por el lago Yarkon Park.
La proyección fue un evento piloto en el que se proyectó la película familiar “Paddington2”. Debido a la buena acogida, se proyectarán dos películas todas las noches durante la última semana de agosto.
Israel está lidiando con una segunda ola de infecciones y cuenta con un total de 98.550 casos y 789 muertes de COVID-19. Las cifras nos apuntan la necesidad de tomarse muy en serio esta crisis y de buscar alternativas que reinventen nuestra manera de vivir.
