Para construir un mundo más justo, es fundamental que la política adopte modelos de liderazgo basados en el respeto, la igualdad y el rechazo a la violencia. Las Nuevas Masculinidades Alternativas (NAM) ofrecen un enfoque clave para esta transformación, promoviendo un liderazgo que no se base en la dominación, sino en el diálogo y la cooperación. Esta perspectiva se relaciona con la política de la amistad de Rabindranath Tagore, quien defendió la necesidad de superar las relaciones de poder impuestas por la historia para construir sociedades más inclusivas .
Hoy, muchos líderes políticos siguen atrapados en modelos masculinos tradicionales, donde la fuerza y la confrontación predominan sobre la negociación y el consenso. Las NAM ofrecen una alternativa: políticos que prioricen la cooperación, el reconocimiento de la diversidad y el rechazo a cualquier forma de violencia simbólica o estructural. Así como Tagore concebía la amistad como un espacio de transformación y respeto mutuo, un liderazgo basado en las NAM buscaría construir puentes en lugar de profundizar divisiones .
Para lograrlo, es necesario que los sistemas políticos promuevan el cambio desde dentro, incentivando la formación en masculinidades igualitarias y la adopción de políticas públicas que favorezcan la participación equitativa. Un político NAM no solo actúa con respeto en su entorno inmediato, sino que impulsa leyes que erradiquen desigualdades de género y promuevan una cultura de paz.
Tagore advertía que la amistad auténtica no debía ser instrumentalizada por el poder, del mismo modo que las NAM buscan erradicar la complicidad masculina con las estructuras de dominación . Si queremos sociedades más justas, necesitamos líderes que encarnen esta nueva masculinidad: responsables, empáticos y comprometidos con la igualdad.
El reto es claro: la política debe dejar de ser un espacio de imposición y convertirse en un espacio de transformación basado en la amistad, el respeto y la equidad.
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