El reciente caso de violación y asesinato de una joven doctora en Kolkata ha sido respondida por una gran movilización social en India, con decenas de miles de mujeres participando en marchas de protesta, según informa T’he Guardian. Este trágico evento pone de manifiesto la persistencia de la violencia sexual en el país, a pesar de las reformas legislativas y los esfuerzos por mejorar la seguridad de las mujeres durante la última década.
Este caso remite inevitablemente al asesinato de Jyoti Singh en 2012, un evento que generó un amplio movimiento social y llevó a la implementación de reformas legales orientadas a la protección de las mujeres. No obstante, las estadísticas recientes reflejan que la violencia sexual sigue siendo un problema estructural en la sociedad india, con una violación denunciada cada 16 minutos en 2022. Este dato subraya la insuficiencia de las medidas adoptadas para garantizar la seguridad de las mujeres en los espacios públicos y privados.
Las manifestaciones actuales evidencian la frustración y el agotamiento de una sociedad que enfrenta repetidamente episodios de violencia contra las mujeres. La demanda por un cambio profundo no solo abarca la necesidad de reforzar las leyes existentes, sino promover cambios basados en las evidencias científicas de impacto social, y una de ellas sin duda promover la socialización preventiva de la violencia de género, así como la creación de espacios libres de violencia basados en el modelo dialógico de prevención de conflictos o el club de valientes violencia 0.
Las mujeres reclaman estos espacios libres de violencia, protegidas ante cualquier agresión sexual, para poder ejercer su profesión sin miedo de ser agredidas, libres .
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