Existe un compromiso global para eliminar la violencia contra la infancia en 2030, según se recoge en el ODS 16.2 Poner fin al maltrato, la explotación, la trata y todas las formas de violencia y tortura contra los niños. En lo que se refiere al castigo corporal, son aún muchos los niños y niñas que sufren este tipo de violencia a manos de quienes deberían recibir protección y cuidados. Se trata de la forma más habitual de violencia contra la infancia que sufren en sus casas, escuelas y centros de acogida de menores. El castigo corporal infantil es todavía legal en 132 estados, tan solo el 14% de la infancia mundial está totalmente protegida por la ley frente a este tipo de violencia.
Durante el pasado año 2024 End Corporal Punishment ha recopilado una serie de blogs procedentes de personas responsables, especialistas y activistas de diferentes sectores y áreas geográficas, que presentan evidencias y experiencias a favor de un mayor compromiso para eliminar el castigo corporal infantil. Así, en el mes de abril, el Jefe de Protección de la Infancia de UNICEF en Túnez, muestra nuevos datos que revelan un importante descenso en el uso de prácticas disciplinarias violentas y un aumento en la adopción de alternativas no violentas; y el Director del Departamento sobre Determinantes Sociales de la Salud (OMS) hace un llamamiento para mantener el compromiso adoptado con la infancia en 2015 mediante un enfoque preventivo de salud pública, poniendo el foco en las gravísimas consecuencias del castigo corporal, y el coste mundial de la inacción en 11 trillones de dólares, según el Banco Mundial.
En el mes de julio, Jillian van Turnhout, ex Senadora de Irlanda, explicó la trayectoria de este país hasta la prohibición de todo castigo corporal infantil mediante la abolición de la antigua defensa del derecho común inglés del «castigo razonable». Fue el logro por el que siento mayor orgullo de mi gestión como Senadora… Desde el momento en que la ley cambió, hubo un impacto inmediato y significativo. Recibí numerosos mensajes de personas que inicialmente habían recomendado actuar con cautela, preguntando por qué no hicimos esto hace años.
En agosto, dos personas del equipo END VAC de Naciones Unidas, denunciaron cómo el castigo corporal en instituciones de detención de menores está normalizado, y la necesidad de un enfoque más humano y respetuoso de la disciplina para conseguir un mejor desarrollo y bienestar infantil. Para ayudar a los y las profesionales del sistema judicial infantil y juvenil en esta transición, proponen varias medidas como la participación y el diálogo entre las diferentes partes implicadas, o el desarrollo profesional entre otras que ayuden a romper el silencio en torno a las conductas de riesgo relacionadas con el castigo corporal.También en agosto se presentó un estudio de caso sobre la eliminación del castigo corporal en el deporte de Japón que recoge testimonios de más de 800 exatletas que sufrieron castigo corporal en su infancia, incluyendo deportistas olímpicos y paralímpicos; y el día 8 se celebró el Día de la Seguridad en el Deporte con el marco de las Olimpiadas de París como una gran oportunidad para reafirmar que cada chica y chico tiene derecho a disfrutar de experiencias positivas en el deporte de manera segura y sin riesgo de sufrir ningún castigo corporal.
Finalmente, en octubre, desde la Queen’s University de Canadá, se presentaron los resultados de un estudio que demuestra que los países en los que está prohibido el castigo corporal infantil tienen una menor prevalencia de suicidio en adolescentes que incluso se reduce a la mitad en el caso de las chicas.
Jillian van Turnhout se pregunta por qué aceptamos e incluso discutimos si es correcto, cómo y cuándo golpear a una persona pequeña e indefensa que seguramente no entiende por qué está siendo golpeada. Cuando se discuten estos temas, con mucha frecuencia se dice no me hizo ningún mal recibir una bofetada a tiempo. Yo añadiría tampoco te hizo ningún bien, concluye la ex Senadora de Irlanda.
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