Relaciones afectivo-sexuales exitosas: Más allá de los clichés

En prensa escrita y también en investigación se están dando a conocer la existencia de relaciones no monogámicas como la alternativa a las relaciones consideradas y llamadas monogámicas y “tradicionales”. Cabe puntualizar algunas cosas ante este tipo de análisis y reflexiones para que todo el mundo sepa que no estamos hablando “siempre” de algo alternativo.  

Primero de todo, las relaciones no monogámicas no es algo nuevo, sino que existen muchas culturas que a lo largo de la historia ya habían desarrollado dichas relaciones desde una lógica no monogámica. Por lo tanto, venderlo como una alternativa innovadora no es para nada un planteamiento cierto, ni riguroso.  

Segundo, aunque la naturaleza de las relaciones no sea monogámica eso no garantiza que sean relaciones saludables, todo lo contrario. De hecho, la tipología no garantiza para nada que se conviertan en una alternativa transformadora para la sociedad. De modo que resulta totalmente reaccionario e inadecuado ir analizando este tipo de relaciones como algo que está haciendo cambiar los cimientos de las relaciones afectivo-sexuales en nuestras sociedades. Por ejemplo, pueden existir relaciones monogámicas totalmente alternativas si están fundamentados en los valores más revolucionarios de la sociedad dialógica. En cambio, las no monogámicas pueden representar algo que reproduzca los comportamientos más negativos vinculados al amor y el sexo. En la misma línea, puede suceder lo mismo, pero al revés, de hecho, todo depende de la calidad de las relaciones, del sentido y la entrega en el que se concreten. En las relaciones no monogámicas también puede haber engaños, desmotivaciones y acosos y ese debería ser el centro del análisis, independientemente de la naturaleza de la relación. 

Las Nuevas Masculinidades Alternativas no suelen sucumbir a estos análisis tan superficiales porque son conscientes, a través de diálogos que han mantenido, que lo importante sobre todo está en las personas que escogemos para tener dichas relaciones ya sean estables, esporádicas, monogámicas o no monogámicas. Con esta base se puede empezar mucho mejor a analizar la realidad y a educar sexual y afectivamente de una forma mucho más exitosa. No engañemos a la sociedad desde análisis superfluos y acientíficos, démosles los mejores análisis que todo el mundo merece.