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El acoso sexual en el ámbito académico es un fenómeno frecuente y en ocasiones silenciado que afecta a una parte significativa de estudiantes y personal docente que ha experimentado alguna forma de acoso sexual durante sus carreras académicas. El feudalismo y la dinámica de poder jerárquico inherente al ámbito académico, puede exacerbar el problema, haciendo que las personas sean vulnerables a la explotación y el abuso por parte de quienes ocupan puestos de autoridad. Además, las complejidades que rodean los mecanismos de denuncia y el miedo a las represalias a menudo desalientan a las víctimas a denunciar y propician una cultura del silencio que perpetúa el ciclo de acoso. Sin embargo, a medida que se va rompiendo el silencio y aumentan la conciencia social en torno a este problema y las conversaciones en torno al consentimiento, el respeto y la rendición de cuentas; se va extendiendo un imperativo creciente para que las instituciones promulguen políticas sólidas contra el acoso sexual en las universidades, proporcionen sistemas de apoyo integrales y fomenten culturas que prioricen la seguridad y el bienestar de todas las personas que forman parte de la comunidad académica.

Avanzando en este campo, la investigación Victorious voices: Legal and social triumphs against sexual harassment in higher education. A case study, publicada en la revista científica ‘Sexes’, explora los factores que contribuyen a que las supervivientes ganen cuando demandan a su universidad a través del análisis de un caso concreto ocurrido en la Universidad de California, Irvine, donde cuatro personas demandaron por el mal manejo de las denuncias de acoso sexual, lo que resultó en el despido de un profesor destacado.

Basándose en datos del proyecto de investigación europeo ‘UnisWithHeart’, el artículo analiza el impacto de las redes de solidaridad a través de un movimiento estudiantil activo y el resultado del juicio. A través de la investigación documental y entrevistas cualitativas, se identifican elementos clave que conducen a lograr victorias legales contra las universidades en estos casos, incluso cuando el acusado es un profesor con poder que llegó a hacer una gran donación económica a la universidad, una institución que no se doblegó y que le prohibió ingresar al campus y eliminó su nombre de los edificios. El estudio muestra diez aspectos que conducen a ganar un caso de acoso sexual dentro de las universidades, enfatizando la importancia de abordar las consecuencias del acoso:

    1. Altruismo para las personas supervivientes: apoyar el desarrollo de programas basados en evidencias para la protección de las víctimas y la prevención del acoso sexual en los entornos académicos.
    2. Fomento de la equidad y la democracia en el ámbito académico: Apartar a los acosadores del ámbito académico representa un paso significativo hacia el progreso, tanto en el avance científico como en la equidad de género, particularmente en campos tradicionalmente dominados por los hombres.
    3. Evolución del apoyo administrativo: Se necesita avanzar en la calidad y el grado de apoyo por parte de las administraciones, que habitualmente derivan los casos a otros recursos y no ofrecen mecanismos de protección específicos cuando es el profesorado quien denuncia.
    4. Solidaridad en medio de las represalias: El apoyo es crucial durante el proceso de denuncia, no sólo para las víctimas, sino también para las personas que las apoyan, ya que a menudo sufren también las represalias en el marco de la Violencia de Género Aisladora.
    5. Apoyo significativo de compañeras y compañeros: Es crucial que el entorno de la víctima se involucre, no mire hacia otro lado y no normalice o reste importancia a las conductas asociadas al acoso sexual.
    6. La influencia de las redes de apoyo externas a la universidad: Estas redes externas poseen características únicas, ya que no están vinculadas a personas específicas y brindan un amplio apoyo social. Al mismo tiempo, presionan a la universidad y ayudan sin temor a las represalias. Esto resalta la importancia de proteger a quienes apoyan dentro de la universidad y pueden sufrir Violencia de Género Aisladora.
    7. El impacto de la denuncia en las personas supervivientes: Más allá de los incidentes de acoso en sí, un enfoque efectivo debe ocuparse también de las repercusiones que sufren las víctimas, muchas de las cuales contemplaron abandonar la universidad, y entre las que se encuentran problemas de salud como el insomnio, dificultad para concentrarse y otros síntomas de un trastorno de estrés postraumático.
  • Cambiar el enfoque hacia las consecuencias de los acontecimientos en lugar de ver sólo las acciones: Denunciar el acoso en el ámbito académico puede ser peor que experimentarlo en sí, por lo que, más allá de las represalias por denunciar, es imprescindible profundizar también en las consecuencias que tiene cualquier acción vinculada al acoso sexual. Por ejemplo, ciertos comentarios o ‘bromas’ que se suelen normalizar y que en realidad generan gran incomodidad para quienes los sufren y son fuentes de inseguridad en el ámbito laboral.
  • Los números importan a la hora de abordar el acoso: Aunque todas las acciones son graves por sus consecuencias, las instituciones suelen actuar más y con mayor eficacia e intensidad cuando son varias víctimas de la misma mala conducta.
  • Importancia del papel jurídico: Es fundamental reconocer el papel de la legislación en este asunto. En particular, en el caso descrito, la dedicación del abogado que presentó la denuncia y el marco jurídico sobre el que se construyó, fue clave y todas las víctimas entrevistadas mencionaron su relevancia y el compromiso de este abogado para llevar adelante este caso.

Como resultado, el profesor acosador enfrentó graves consecuencias, incluida la prohibición de ingresar al campus y la eliminación de su nombre de varias instalaciones universitarias, incluida la biblioteca y el edificio de la facultad de ciencias. También fue apartado de sus funciones de liderazgo, cátedras y laboratorios, incluido el impacto significativo que tuvo el hecho de que se le apartara de la Academia Nacional de Ciencias. Este trabajo también ilustra la mejora del entorno académico y la ciencia al eliminar el clima hostil y la cultura del silencio. Los resultados exitosos pueden inspirar a otras personas supervivientes y, sin duda, instan a las universidades a mantener políticas para alcanzar un entorno académico más seguro.  

Las víctimas de Francisco Ayala pudieron vivir como la justicia reconoció la violencia ejercida por este profesor y recibiera sus consecuencias antes de fallecer justo el mismo fin de semana donde esta investigación se inició.

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