En la asociación Homes en Diàleg realizamos durante muchos años tertulias dialógicas de películas con Un tranvía llamado deseo, la cual está basada en la obra de teatro del dramaturgo estadounidense Tennessee Williams. Es una película que permite profundizar mucho sobre el lenguaje del deseo hacia la masculinidad tradicional dominante (MTD) que encarna Marlon Brando. Ello ofrecía una gran oportunidad para ver como las conversaciones determinan la socialización en el deseo. A continuación, vamos a detallar algunas de las frases de la película para ejemplificar todo ello y para constatar cómo, a través de la evidencia científica de impacto social, es posible desactivar este planteamiento.
Respecto al lenguaje del deseo hacia MTD y como se va definiendo en la película encontramos frases como: “Creo que estamos condenados a desear lo que no podemos tener”. Dicha frase muestra un planteamiento totalmente determinista y esboza el convencimiento de que no hay posibilidad de transformar dicho deseo. En la misma línea, con relación al deseo, otra frase de la obra es: “A veces lo que deseamos no es lo que necesitamos realmente”. En este caso detectamos también ese deseo hacia lo que nos afecta negativamente. Estas frases se encuadran en un contexto en la película en la que existe una atracción muy grande hacia un hombre que ejerce la violencia física y psicológica.
Otro de los aspectos sobre los que se conversa en la película es el amor. Aquí encontramos una frase que conecta directamente con su título: “El amor es como un tranvía, puedes saltar a bordo, pero nunca sabes a dónde te llevará”. De nuevo vemos un determinismo que niega la posibilidad de las personas a la hora de escoger un buen destino en el amor. Sin duda, la película está llena de tópicos que llevan al fatalismo, aunque sí que son de utilidad porque reflejan pensamientos que persisten aún en nuestras sociedades. Tópicos que podemos comprobar también en la frase: “Todos tenemos un lado oscuro que luchamos por esconder”. Dicha afirmación generaliza la idea que la maldad existe en todas las personas y que por ello desearlas no resulta algo descabellado.
Por suerte, las evidencias científicas de impacto social ligadas a los men’s studies confirman que estos tópicos y generalizaciones son fruto de ocurrencias que la sociedad ha ido reiterando. Las Nuevas Masculinidades Alternativas han probado que no existe ningún lado oscuro en ellas, que promueven una socialización en un lenguaje del deseo hacia la igualdad y la bondad. Blanche, la protagonista de la obra, formula una frase al terminar donde dice: “Siempre he dependido de la amabilidad de los extraños”. Si la bondad de las personas que nos ayudan también genera deseo y atracción, si son nuestras mejores amigas, nuestras parejas o relaciones afectivo-sexuales, no hará falta confiar en “los extraños” porque habremos escogido, y a la vez nos estaremos socializando, de la mejor manera posible.
Director de la revista científica Masculinities and Social Change
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