Rituales de paso y machismo rancio

La socialización de los chicos y hombres, como señalan los men ‘s studies y también hemos subrayado en esta sección, ha estado marcada históricamente por los modelos de masculinidad tradicional dominante o oprimida. Sin embargo, hemos hablado poco de los rituales de paso que se promueven desde este tipo de socialización ligada a los dos modelos mencionados. En este artículo vamos a profundizar un poco en este tema. 

A los niños se les exige desde muy pequeños pasar por determinados rituales que corroboran su masculinidad. Por ejemplo, hay que pegar o insultar si alguien lo hace contigo. La percepción de que la violencia es la forma de hacerse respetar si eres un chico es algo que se percibe como propio para configurar la personalidad masculina. Otro ritual: la pérdida de la virginidad que debe ser lo más rápida posible. Sin importar con quien, lo que importa es acabar con ella para poderlo explicar. 

Hay otros rituales de paso vinculados a organismos o instituciones por lo que pasan los hombres. Por ejemplo, la novatada para los chicos nuevos en una fraternidad universitaria, club deportivo, o colegio mayor. Pasar por ellas es algo que se asume inherente en el género masculino, y, de hecho, después, los chicos que sufren la novatada saben que al año siguiente deben ser ellos quienes la planifiquen y participen de ello. 

Estas manifestaciones de la masculinidad tradicional son normalmente muy valoradas y generan atractivo, un atractivo muy conectado a la dominación, la intimidación y la violencia. De nuevo nos encontramos con el lenguaje coercitivo dominante que impide a los niños y chicos en su crecimiento poder configurar su masculinidad con total libertad.  

Queremos subrayar en este artículo que estos rituales de paso están asociados con el machismo más rancio. Un machismo de prácticas discriminatorias como el edadismo, el sexismo y la homofobia. Las Nuevas Masculinidades Alternativas se desmarcan totalmente de este tipo de rituales. Lo hacen no únicamente porque implican una vulneración de los derechos humanos, sino porque representan las actitudes más cutres y zafias del comportamiento humano. Gracias a este posicionamiento se está pudiendo conseguir una liberación de las cadenas que empujaban a muchos niños, chicos y hombres a vivir condenados a la infelicidad. De modo que las NAM son fuente de libertad, diversión, igualdad y belleza.