La mayoría de chicas menores de edad son hoy coaccionadas a tener como mínimo un ligue esporádico que, aunque dure solo cinco minutos, suele generar una violencia que dura toda la vida. Los peores chicos, los más despreciativos con las chicas que consiguen, promueven esa coacción con frases como “es solo una noche”; desgraciadamente no solo caen en esa trampa chicas y chicos menores de edad, sino que con frecuencia se potencia esa coacción por parte de las redes sociales, los medios, en incluso los talleres de educación emocional o educación sexual. No hablo aquí de todas las relaciones esporádicas, sino de aquellas donde hay coacción y desprecio, que desgraciadamente son hoy la mayoría de las esporádicas. Hay relaciones de cinco minutos, media hora,.. da igual.. que son maravillosas porque se basan en el deseo y la igualdad.
Ahora vacunamos a pre-adolescentes contra el papiloma, sin embargo, no les damos la vacuna contra esos ligues despreciativos que tanta violencia generan de por vida ahora aumentada por las redes sociales. Siempre ha habido hombres machistas que han hablado con desprecio toda su vida de las chicas con las que consiguieron ligar. Ahora no solo hablan, lo difunden por las redes sociales casi siempre aumentando y desfigurando lo que realmente pasó. No es verdad que el paso del tiempo vaya disminuyendo su efecto, ahora casi siempre se va ampliando no solo contra esa chica sino también incluso contra sus hijas. Incluso hay grupos de hombres jubilados que, cuando eran jóvenes, no hablaron mal de una chica con la que uno ligó, y la ridiculizan ahora con detalles deformados de lo que pasó y mencionando también sus hijas y nietas.
Solo sabiendo y diciendo la verdad a las niñas y niños antes de que eso les ocurra puede evitarse, solo sabiendo la verdad después de que eso ocurra puede superarse. La verdad es imposible conocerla si se obvian las evidencias de más alto nivel sobre este tema que se publican en las mejores revistas como las que aquí incluimos en la revista científica de la Academia de medicina de Nueva York (Q1 JCR), que explica las consecuencias, y en Behavioral Sciences (Q2 JCR), que explica cómo se superan esas consecuencias con diálogos en torno a las evidencias científicas sobre el tema. Las evidencias dejan muy claro que la mayoría de chicas son obligadas a decir y recordar que fue muy excitante un ligue que en realidad les hizo daño y/o les dio asco, que son obligadas a decir que son atractivos y expertos esos chicos que son los que menos saben de sexo.
La educación emocional, sentimental, de género o sexual lo es si no cierra los ojos ante esa realidad. Los enfoques y actividades que utilizan el nombre educación emocional, sentimental, de género o sexual obviando esas evidencias científicas empuja cada vez más niñas a ligues despreciativos con cada vez peores consecuencias y durante más tiempo.
Catedrática de Sociología
Afiliated member del Institute of Criminology, University of Cambridge
7ª del Ranking científico internacional en la categoría “Gender Violence”
Primera víctima denunciante de acoso sexual en las universidades españolas
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