La repetición de curso es la práctica de mantener a un estudiante en el mismo curso académico a pesar de haber cursado un año completo en el colegio. Esta práctica es un problema ampliamente abordado en la literatura debido a sus implicaciones académicas y sociales para los estudiantes y sus repercusiones económicas. Además, se identifica como uno de los principales predictores de fracaso escolar, asociado también a problemas adaptativos, de autoestima, mayores tasas de absentismo y a largo plazo, abandono educativo. España, según el último informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE, 2021), es el segundo país con mayor número de alumnado que repite curso, afectando más a los niños que a las niñas, al alumnado desfavorecido socioeconómicamente y a los y las estudiantes inmigrantes. Es indispensable estudiar los factores que influyen en la repetición de curso en España, ya que hay evidencias de que se trata de una medida ineficaz que también aumenta la desigualdad social.
En este estudio Determinants of Grade Repetition in Spain. Analysis of Cognitive and Socio-Economic, Mediated by Ethnic Factors, publicado en la revista ‘International Journal of Educational Psychology’, analiza el efecto de las variables cognitivas y el nivel socioeconómico, así como la interacción del nivel socioeconómico con el origen cultural, y cómo influyen todos estos aspectos en la probabilidad de no repetir curso. Los resultados confirman el poder predictivo del nivel socioeconómico sin que el origen étnico sea una variable relevante.
Para realizar la investigación se contó con una muestra constituida por 664 estudiantes de entre 11 y 24 años, matriculados en Educación Secundaria Obligatoria (ESO), Bachillerato y Formación Profesional de Grado Medio y Superior Ciclos en la provincia de Tarragona. Los resultados subrayan la influencia del nivel socioeconómico de los y las estudiantes en sus posibilidades de ascenso o repetición de curso. Existe la necesidad de examinar las respuestas educativas proporcionadas por las escuelas y si contribuyen o no a superar esta desigualdad o, por el contrario, exacerbar estas disparidades (Flecha y Soler, 2013; Valls & Kyriakides, 2013).
En cuanto a la influencia de las variables cognitivas individuales, se observaron resultados significativos para la variable relacionada con la inteligencia cristalizada, definida como la capacidad de adquirir, almacenar y recuperar información, una habilidad crítica en el entorno escolar. El contexto y el entorno educativo en el que se desarrollan los niños y niñas juegan un papel crucial en el fomento de este tipo de inteligencia, por lo que estos resultados ponen de manifiesto la necesidad de políticas educativas que fomenten el desarrollo de la inteligencia cristalizada, particularmente en el contexto del aprendizaje instrumental, desde edades tempranas.
Como alternativas a la repetición de curso, Flecha y Soler (2013) enfatizan el papel fundamental de las escuelas en romper el ciclo de desigualdad que viven los y las estudiantes implementando Actuaciones Educativas de Éxito. También Valls y Kyriakides (2013) subrayan la importancia de buscar formas de mejorar la educación con enfoques que eviten la repetición de curso. Abogan por disposiciones en el aula que fomenten la participación activa, el aprendizaje que aumente las oportunidades educativas y las altas expectativas, utilizando materiales de calidad y tareas que orientan a los y las estudiantes hacia el aprendizaje instrumental y habilidades de pensamiento de orden superior. Destacan que las formas inclusivas de organización del aula, como los Grupos Interactivos, benefician no sólo a quienes enfrentan dificultades, sino también a estudiantes de alto rendimiento.
Los hallazgos de este estudio ponen de relieve el impacto significativo de las intervenciones educativas centradas en la mejora del aprendizaje instrumental desde las primeras edades, enfatizando la importancia de los entornos educativos que prioricen el desarrollo de la inteligencia cristalizada, fomentando habilidades de alfabetización y prácticas inclusivas en el aula que atiendan a las diversas necesidades del alumnado. Las instituciones educativas y las escuelas tienen, por tanto, la responsabilidad de priorizar el aprendizaje instrumental como base para el éxito académico de todo el alumnado e integrarlo en programas inclusivos que detecten y aborden las dificultades de aprendizaje desde el inicio de la escolaridad. El desarrollo de la alfabetización debe estar a la vanguardia, dotar a los y las estudiantes de las habilidades esenciales para acceder, almacenar y recuperar la información.
El estudio concluye que es urgente, importante y esencial que desde los centros educativos nos centremos en la potenciación de los aprendizajes instrumentales, ya que su desarrollo es el mayor predictor a la hora de promocionar académicamente. Somos felices cuando aprendemos y cuando nos sentimos competentes, cuando podemos ayudar a otras personas, cuando nos relacionamos en entornos seguros, por lo que necesitamos que las escuelas apuesten por las altas expectativas hacia todo el alumnado a través de la formación científica del profesorado y el desarrollo de actuaciones educativas que han demostrado la mejora del aprendizaje y la convivencia en todos los contextos en los que se implementan.
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