Uno de los rectores confesó en la prensa que era amigo del catedrático con más denuncias de acoso sexual. Los otros también tenían ese tipo de “amigos”. Cuando ya habían lanzado una ofensiva muy cruel de violencia de género aisladora y veían que nos hacían muchísimo daño, el que entonces era Rector daba por seguro que nos rendiríamos.
Cuando le dijimos con seguridad que nunca lograrían que no apoyáramos a las víctimas, se quedó sorprendido y asustado. Cambiando su actitud de “poli malo” y buscando un tono de “poli bueno” nos dijo: ¿y por qué no hacéis como las feministas que tenemos en las comisiones de igualdad que no se meten en esos líos y se dedican a hacer campañas contra los micromachismos? Esta es la base del acoso sexual que queréis frenar cuando ya nadie hay quien lo pare.
Tuvimos que aclararle que la palabra micromachismos es una ocurrencia basada en un pederasta y violador de menores cuya “pseudoteoría” defendía la pederastia y la violación. Le aclaramos también que por eso nos lo pedía él, porque es una palabra que sirve para disculpar a los violadores afirmando que todos los hombres son machistas e incluso que era peor el machismo que no se ve que una violación que está muy claro lo que es. Extrañado nos dijo: pero esas feministas dan mucha importancia a ese concepto. Respondimos que esas que él llamaba feministas y les daba cargos eran las que hacían de guardia pretoriana de los acosadores y de él como rector contra las víctimas y supervivientes
Coordinadora del Metoo University