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Las personas somos muy diversas entre nosotras, con identidades personales muy distintas que nos identifican y nos impulsan en nuestras relaciones y decisiones, tal y como propone Amartya Sen, premio nobel de origen indio bengalí, en su publicación Identitad y Violencia (2007).

Las masculinidades tienen una gran diversidad, de entre las cuáles podemos distinguir tres tipos vinculados a la relaciones afectivo-sexuales, como ha comprobado la investigación y que hemos comentado en esta sección del DF: Masculinidad Tradicional Dominante, que ejerce dominancia y violencia; Masculinidad Tradicional Oprimida, de carácter débil y sin coraje para enfrentarse al dominante; y NAM, nuevas masculinidades alternativas, con seguridad para posicionarse ante la violencia, con fuerza y atractivo.

Los hombres NAM, por lo tanto, tienen en común entre ellos estos elementos de seguridad, fuerza y coraje para rechazar la violencia. El resto de identidades, gustos, elecciones y decisiones serán de tipo diverso. Encontraremos chicos NAM con creencias religiosas muy variadas, con aficiones múltiples, afiliaciones políticas contrapuestas, de distintos tipos de orientación sexual y expresiones de género, con oficios, gustos y placeres variados y con preocupaciones o prioridades dispares y hasta alejadas unas de otras.

Se trata de la igualdad de las diferencias, el mismo derecho a ser distintos y a respetar esa diversidad como si de la propia se tratara. Con un elemento clave que introduce el principio de igualdad de las diferencias. Y es que no basta con respetar la diversidad, con un valor social de igualdad, ni basta con reconocer la riqueza y el enriquecimiento de esta diversidad en interacción, sino que la igualdad de las diferencias debe poder permitir la libertad de que cada persona que lo desee, también cada hombre, pueda soñar y trabajar para conseguir sus propósitos personales y sociales, sin que se pueda justificar ese fracaso por barreras y razones racistas, xenofóbas, lgtbifóbicas, edistas o sexistas. Por eso mismo, los NAM se impulsan unos a otros a crear y desarrollar esas mejoras en los distintos ámbitos de la vida, lo cual tiene impactos positivos a todos los niveles, en sus relaciones de amistad y afectivo-sexuales, en su salud y en sus perspectivas sociales y laborales.

La igualdad de las diferencias en las NAM son un canto a la libertad de los hombres comprometidos y valientes frente a la violencia de todo tipo, que quieren compartir con el resto de la sociedad. Un canto al desarrollo personal y social desde la libertad, la diversidad y desde la igualdad para mejorar la sociedad y sus propias relaciones en cada pequeño detalle de la vida. 

 

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