image_pdfPDFimage_print

“Canta, diosa, del pelida Aquiles la aciaga cólera…desde que una querella hubo de desunir a Agamenón, rey de los hombres, y al divino Aquiles” empieza narrando la Ilíada, una pelea por una mujer. Desde la antigüedad las que curaron la sangre de las heridas y embalsamaron a los muertos, las que proveyeron de alimento a los combatientes siendo ellas botín y moneda de cambio bajo el silencio, han sido las mujeres. Desde Troya a nuestros días, mujeres de todos los siglos y de todas las culturas se han posicionado férreamente por la paz. 

En nuestros días vemos como se continúan ensalzando figuras teóricas que lejos de defender una mayor convivencia y pacificación de nuestras sociedades, contribuyeron con discursos apoyando la Gran Guerra, como es el caso de Durkheim o de Weber, mientras se invisibilizan las voces de aquellas mujeres que no solo hablaron de paz si no que contribuyeron a crearla. Jane Addams fue pionera en el trabajo comunitario a través de su fundación del Hull House en Chicago en 1889. Hull House fue uno de los primeros centros de servicio social en los Estados Unidos y proporcionó una amplia gama de servicios y programas para los y las residentes del vecindario, incluyendo educación, cuidado infantil, atención médica y actividades culturales. El objetivo era mejorar las condiciones de vida de las y los inmigrantes y trabajadores pobres de la ciudad y promover la integración y el entendimiento entre diferentes grupos étnicos y culturales. 

Además, Addams fue una firme defensora de los derechos de las mujeres y fue una de las líderes del movimiento sufragista en los Estados Unidos. Uno de sus los logros más destacados fue su activismo en pro de la paz durante la Primera Guerra Mundial. En 1915, participó en la fundación de la Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad, una organización que abogaba por el fin de la guerra y la resolución pacífica de conflictos internacionales. Eran mujeres de los diferentes países beligerantes y no beligerantes, no cayeron en la trampa de enfrentarse o no colaborar las de unos países con las de otros. Addams también fue una destacada miembro del movimiento pacifista en los Estados Unidos y viajó por Europa durante la guerra para promover la paz y la reconciliación entre los países beligerantes. En reconocimiento a su trabajo en favor de la paz y la justicia social, fue galardonada con el Premio Nobel de la Paz en 1931. Se convirtió en la primera mujer estadounidense en recibir este prestigioso premio, lo que destacó aún más su papel como líder en la lucha por un mundo más justo y pacífico.

Coetánea de Jane Addams, en Europa, Bertha von Suttner fue una pacifista austriaca y una de las figuras líderes del movimiento pacifista en Europa a finales del siglo XIX. Escribió la novela “Abajo las armas” en 1889, una obra clave en la literatura pacifista, y fue una defensora incansable del desarme y la resolución pacífica de conflictos. Von Suttner fue galardonada con el Premio Nobel de la Paz en 1905.

Por su parte, Simone Weil fue una filósofa, escritora y activista social francesa cuyas contribuciones en defensa de la paz son destacadas por su profundidad filosófica y su compromiso ético. Su trabajo intelectual y su filosofía proporcionaron una base sólida para la comprensión de la paz y la justicia. Weil fue muy crítica de la violencia y del ejercicio del poder tanto a nivel individual como estatal. En sus escritos, cuestionó la legitimidad de la guerra y la opresión política, y abogó por formas de resistencia pacífica y no violenta. A su vez, Weil mostró una profunda empatía por aquellos que sufren y son oprimidos. Se involucró activamente en movimientos sociales que luchaban por la justicia, incluidos los derechos laborales y la igualdad racial. Su experiencia trabajando en fábricas y en la agricultura le brindó una perspectiva única sobre las condiciones de los trabajadores y los campesinos. Desarrolló una filosofía del amor y la compasión que enfatizaba la importancia de la empatía y la conexión humana en la búsqueda de la paz. 

En África, Ellen Johnson Sirleaf (nacida en 1938) es una política liberiana y fue la primera mujer presidenta de un país africano. Durante su presidencia, trabajó para reconstruir Liberia después de años de guerra civil y promovió la reconciliación nacional y la estabilidad política en la región. En 2011, fue galardonada con el Premio Nobel de la Paz junto con Leymah Gbowee y Tawakkol Karman por su trabajo en favor de los derechos de las mujeres y la paz en Liberia.

En Bielorrusia como ya explicamos en este medio en agosto de 2020, ante las represalias a la candidata opositora Sviatlana Tsikhanouskaya y la obligación de que ella y las mujeres que la acompañaban a tener que abandonar el país, así como los centenares de detenciones a la ciudadanía opositora al régimen, cientos de mujeres salieron a las calles de todo el país vestidas de blanco y con ramos de flores, por una resolución pacífica del conflicto. Así mismo, como explicamos el día 7 de diciembre de 2023, en estos momentos hay numerosos movimientos de mujeres unidas israelíes y palestinas bajo el nombre “Mujeres Haciendo la Paz” respaldando plenamente investigaciones rigurosas y comisiones de investigación sobre el territorio Palestino, incluido Jerusalén Este, e Israel, abogando por la investigación de la violencia sexual. Piden con insistencia responsabilidad por los actos de violencia de género y una atención prioritaria a las víctimas. Como las bielorrusas, vestidas de blanco, piden a sus gobernantes el alto al fuego y la paz, desde la diversidad que las une.

En toda nuestra historia han sido millones las mujeres que desde contextos muy diversos han alzado sus voces a favor de la paz. Con su coraje y valentía es preciso seguir explorando sus reivindicaciones para crear sociedades plurales, diversas y pacíficas.

Views All Time
Views All Time
757
Views Today
Views Today
1
Secciones: subportada

Si quieres, puedes escribir tu aportación