La preocupación por el Comportamiento Antisocial (ASB, por sus siglas en inglés) en las redes sociales se centra en la transgresión de normas sociales y en los efectos sociales y emocionales en individuos, comunidades y la sociedad en general. Un artículo reciente revisó la naturaleza del ASB en línea y examinó cómo se gestiona en las principales redes sociales, considerando el alcance del problema y analizando los pros y contras de las prácticas actuales de moderación.
La moderación se describió a niveles de entorno, comunidad y multitud. Aunque el nivel de entorno busca eliminar el contenido más grave y ofensivo, enfrenta desafíos al tratar con contenido que transgrede normas sociales pero es difícil de clasificar automáticamente. Además, el ASB a menudo se manifiesta en las conexiones entre participantes, donde las comunidades responden mediante reportes, respuestas, debates y sanciones.
Se sugieren algunas futuras direcciones basadas en el estudio de patrones de respuesta en redes sociales. Examinar estas respuestas puede revelar diferencias en la intensidad e impacto del ASB, así como patrones de ataque y defensa que ofrecen información sobre la tolerancia de la comunidad hacia el contenido potencialmente ofensivo.
Otras direcciones sugieren una combinación de análisis de textos y redes para identificar palabras o frases desencadenantes de comportamiento antisocial. También se propone mejorar la moderación comunitaria mediante el desarrollo de herramientas basadas en sistemas que ayuden a los moderadores, como la recopilación de palabras desencadenantes o el acceso a historiales de ofensas en el entorno.
Las plataformas de redes sociales descentralizadas, como Bluesky y Mastadon, ofrecen opciones innovadoras para el control local y la moderación comunitaria. Permiten a los usuarios crear sus propios servidores, establecer reglas y crear comunidades propias. Este enfoque descentralizado presenta nuevas opciones para abordar los desafíos en las redes sociales, destacando la importancia continua de la moderación en la era digital.
Lo más idóneo sería aplicar las evidencias científicas que mayor impacto social han creado para la prevención del acoso, y en este caso sería transferir el modelo dialógico de prevención y gestión de conflictos a las plataformas de las diferentes redes sociales.
