La posición y el número de mujeres en el mercado laboral ha sido un tema abordado durante muchas décadas. Las mujeres siguen estando infrarrepresentadas entre el profesorado de casi todos los ámbitos académicos. El presente estudio, Gender and retention patterns among U.S. faculty, analiza esta realidad, a partir de un censo de 245.270 profesorado titular y permanente (tenure-track and tenured) escogido según departamentos de Estados Unidos en los que se llevan a cabo programas de doctorados. Los análisis se ejecutaron entre 2011 y 2020.
Las autoras y los autores del estudio demuestran que, en todas las etapas de la carrera profesional, las mujeres corrían un mayor riesgo de abandonar sus puestos que los hombres, pero la diferencia entre hombres y mujeres empezó a aumentar unos 15 años después de que los académicos terminaran su doctorado. Mayoritariamente, los principales motivos son: el fuerte desgaste por razón de género en las instituciones de menor prestigio, en campos no relacionados con las STEM y entre el profesorado permanente. Una encuesta a gran escala realizada entre el mismo profesorado indica que las razones por las que el profesorado abandona su puesto están relacionadas con el género, incluso en instituciones, campos y edades profesionales en los que las tasas de retención no lo están.
Para entender por qué se marchan las personas académicas, los autores y autoras de este estudio encuestaron también a 7.195 profesorado en activo, a 433 personas que habían dejado el mundo académico, pero no se habían jubilado y a 954 que sí se habían jubilado. En comparación con los hombres, las mujeres tenían un 44% más de probabilidades de sentirse empujadas a abandonar el mundo académico, en lugar de atraídas por una oportunidad mejor en otro lugar. Mucho énfasis se ha ido poniendo en la ‘atracción de talento’ en muchas instituciones durante años. Sin embargo, este estudio pone el foco en la ‘retención’ como aspecto más importante. Ya que aún habiendo logrado ser docentes con una posición permanente, las mujeres corren mayor riesgo de abandonar el mundo académico.
Sin embargo, resultado principal de esta encuesta es que la razón principal por la que las mujeres abandonan sus puestos académicos es el mal «clima laboral», que puede englobar discriminación, liderazgo disfuncional, sensación de no encajar y otros problemas. Los hombres, por el contrario, citaron con más frecuencia razones profesionales, como un salario bajo o la presión por publicar. Para muchas encuestadas, la conciliación de la vida laboral y familiar es menos importante que el clima laboral. Esta es una conclusión muy importante, ya que durante mucho tiempo se ha pensado que el deseo de conciliar mejor la vida laboral y familiar lleva a las mujeres a abandonar el mundo académico con más frecuencia que a los hombres, pero en realidad este elemento tuvo un efecto similar en ambos.
En conclusión, estos resultados cuantifican la naturaleza sistémica de la retención del profesorado por razones de género, contextualizan su relación con la edad profesional, el prestigio institucional y el campo de estudio, y subrayan la importancia de comprender las razones de género del abandono en lugar de centrarse únicamente en las tasas. Sigue haciendo falta futuras investigaciones para ahondar en las soluciones a esta problemática, el abordaje de los aspectos que ensucian el clima laboral, y las condiciones para que estos hechos se puedan sacar a la luz y denunciar, sin consecuencias para quienes lo hacen y para quienes los apoyan.
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