La protección de los derechos de las niñas y los niños es una responsabilidad fundamental de todas las sociedades. Sin embargo, la violencia contra la infancia sigue siendo un problema de dimensiones globales con consecuencias que pueden ser devastadoras para las víctimas. Recientemente, el Consejo de Europa ha emitido una Recomendación: CM/Rec(2023)8 con el fin de fortalecer los sistemas de informes sobre la violencia contra las niñas y los niños de sus estados miembro.
Esta Recomendación es un llamado a la acción dirigido a los Estados miembros. Adoptada en abril de 2023, representa un hito significativo en la protección de los derechos de la infancia y la lucha contra la violencia infantil porque proporciona un conjunto de principios y directrices pensados para ayudar a los países que forman parte de la Unión Europea a que desarrollen y fortalezcan sus sistemas de informes desde la participación activa y la inclusión de las voces de las y los profesionales que trabajan con menores.
Este hecho es de suma importancia entre otros motivos porque la violencia contra las niñas y los niños puede tener efectos a largo plazo en su bienestar físico y psicológico, además de ser un problema global que no conoce de fronteras y afecta a niños y niñas de todas las edades, géneros, etnias y clases sociales. Los sistemas de reporte son una parte esencial del mecanismo de respuesta institucional para frenar y abordar este problema. La solidez de los informes es importante de cara a la detección temprana, la intervención y el seguimiento de los casos de violencia infantil. Además, fomentan la colaboración entre profesionales de diversos sectores como por ejemplo educación, salud, justicia y servicios sociales favoreciendo una respuesta lo más integral posible.
Así mismo, la recomendación establece que los Estados miembros deben garantizar que las y los profesionales que trabajan con menores como maestras, maestros, personal médico, trabajadores sociales y agentes de la ley estén suficientemente capacitados para reconocer los signos de violencia, conozcan cuáles son los protocolos de actuación y sepan a quien corresponde informar cuando identifican un caso. Un aspecto en el que también insiste y recuerda el documento del Consejo Europeo es la importancia de garantizar que las niñas y los niños sean escuchados y participen en los procesos de informe, teniendo en cuenta su edad y capacidad.
Algunos de los principios clave que se introducen a través de la recomendación son:
- Capacitación y sensibilización de las personas profesionales para reconocer y responder a la violencia contra la infancia.
- Procedimiento de informes claros y accesibles para que sean documentos fáciles de usar y efectivos y que no pierdan su sentido de ser convirtiéndose en un trámite burocrático más.
- Confidencialidad y protección de los datos personales y la información que recogen los informes.
- Participación infantil. Las niñas y los niños deben ser escuchados y participar de acuerdo a su edad y madurez. Sus opiniones y deseos han de ser tenidos en cuenta.
- Coordinación intersectorial y un enfoque colaborativo entre las diferentes instituciones implicadas.
- Evaluación y monitoreo. La rendición de cuentas es importante para medir la efectividad de las medidas con el fin de introducir las mejoras necesarias para que la efectividad sea la máxima. Cuando se basan en evidencias estamos asegurando el éxito de las actuaciones.
En definitiva, la Recomendación CM/Rec(2023)8 del Comité de Ministros y Ministras del Consejo de Europa es un paso muy positivo hacia la protección de la infancia que establecerá a partir de ahora un marco sólido de actuación para que los países que forman parte la UE mejoren sus sistemas de informes así como garantizar un entorno seguro y protector para todas las niñas y niños en Europa y otros lugares. Esa protección es una responsabilidad compartida y esta recomendación es un recordatorio de la importancia de trabajar conjuntamente para abordar la violencia infantil de forma efectiva.
