El feminicidio es una grave violación de los derechos humanos que afecta a mujeres en todo el mundo. En la Unión Europea la lucha por su erradicación es un tema prioritario en la agenda de los DDHH y la igualdad de género. Este año, el Instituto Europeo por la Igualdad de Género (EIGE por sus siglas en inglés) publicó un Informe titulado Improving Legal Responses to Counter Feminicide in the European Union: Perspectives From Victims and Professionals (Mejorando las respuestas legales para combatir el feminicidio en la Unión Europea: Perspectivas de víctimas y profesionales) realizado en colaboración con la Agencia de los Derechos Fundamentales de la UE para arrojar luz sobre este tema tan preocupante.
En él se ha llevado a cabo un análisis exhaustivo a través de la recopilación, no sólo de datos y cifras sino también de la inclusión de las voces de las víctimas de feminicidio y las personas profesionales que trabajan en el campo de la violencia de género en diversos países de la UE. Además, se han evaluado las respuestas legales y políticas de los Estados miembros de la UE para abordar el feminicidio y, al mismo tiempo, destacar las voces y experiencias de las personas más afectadas por esta lacra.
Entre sus hallazgos destacan algunos aspectos reveladores como la existencia de brechas significativas en la legislación no sólo de la UE sino también entre los Estados miembros en relación al feminicidio como la falta de una definición uniforme y específica de esta forma de violencia de género en muchos sistemas legales nacionales. Esta circunstancia puede conllevar a la subnotificación del delito y dar lugar a la impunidad.
Por otro lado, las víctimas de feminicidio a menudo se enfrentan a una falta de recursos y de apoyo adecuado por parte de las autoridades y los servicios sociales. En el informe se subraya la necesidad de garantizar que las víctimas reciban la atención y el apoyo necesario para reconstruir sus vidas después de experimentar violencia de género. Así mismo, el hecho de que se hayan recogido las voces tanto de víctimas como del personal que las atiende, amplía la perspectiva de cara a mejorar las respuestas legales y políticas.
En último lugar el informe insta a una mayor coordinación a nivel internacional, ya que la violencia contra las mujeres y las niñas, en este caso el feminicidio, es un problema que no conoce de fronteras así que para luchar contra esta forma extrema de violencia de género, el análisis enfatiza la necesidad de compartir buenas prácticas entre los Estados miembros de la UE y promover una respuesta más coherente, cohesionada y efectiva.
En este sentido, es crucial, para lograr una Europa más segura y equitativa para todas las personas, que se tomen medidas concretas basadas en los hallazgos de este informe.
