Durante los primeros 3 años de vida brindarles a los niños y las niñas experiencias enriquecedoras, como un cuidado receptivo y oportunidades de aprendizaje adecuadas es fundamental para su buen desarrollo. La estimulación del lenguaje por parte de la familia y los y las cuidadoras es una de estas experiencias que enriquecen las trayectorias de desarrollo y los resultados futuros de las niñas y niños, y el mejor regalo que podemos ofrecer especialmente a aquellos niños y niñas que pueden mostrar alguna dificultad.
El artículo, The Effects of a Parent-Implemented Language Intervention on Late-Talkers’ Expressive Skills: The Mediational Role of Parental Speech Contingency and Dialogic Reading Abilities, publicado en ´Frontiers in Psychology´, investiga el efecto de una intervención a través de la lectura dialógica implementada por madres y padres para aumentar las habilidades expresivas de sus hijas e hijos hablantes tardíos a través de modificaciones en las características estructurales y funcionales del habla que utilizan para hablar con sus hijos e hijas durante la lectura. El estudio contó una muestra de 46 niños y niñas de 31 meses de edad que hablaban tarde (con un vocabulario expresivo igual o inferior al percentil 10 para su edad) y que diferían en su condición de nacimiento (ya sea prematuro de bajo riesgo o nacidos a término) participaron en el estudio con su padre o su madre; 24 diadas de padres o madres e hijas o hijos recibieron una intervención implementada por sus familias de dos meses de duración con un programa de lectura de libros de 6 sesiones de formación, de unas 2 h cada una, dirigidas a pequeños grupos de padres y madres cuyo objetivo era fomentar el desarrollo del lenguaje de los niños y las niñas entrenando a los padres y las madres en el uso de diferentes estrategias conversacionales(fomentar las habilidades para tomar turnos y promover el uso de señales extraverbales como entonación, ritmo y gestos, utilizar preguntas abiertas, implementar estimulación enfocada en palabras objetivo que el niño o niña ya comprende pero que aún no produce, ampliar la producción verbal de su hijo o hija) durante la lectura de libros, mientras que otras 22 diadas de la muestra constituyeron el grupo de control. Antes y después de la intervención, las díadas participaron en una sesión de lectura de libros compartida entre padres o madres e hijas o hijos y se recogieron y examinaron las medidas del habla de los adultos y de los niños y niñas. Los resultados mostraron que la intervención afectó positivamente tanto al uso de las respuestas de los padres y las madres como de la expansión de las iniciativas verbales de los niños y las niñas, así como en la cantidad de conversación que los padres y madres mantenían durante la lectura. La investigación concluye que la intervención implementada fue efectiva para apoyar los avances en el desarrollo del lenguaje de los y las hablantes tardíos como resultado en cascada de las mejoras en la contingencia de los padres y las madres y sus habilidades para la lectura dialógica. Estos hallazgos son prometedores para mejorar los mecanismos de intervención que promueven cambios en el desarrollo del lenguaje de los niñas y las niñas de habla tardía, pudiendo ayudar al diseño de programas más factibles, ecológicos y efectivos.
