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Los debates sobre nuevas masculinidades que no tienen en cuenta evidencias científicas de impacto social reproducen la idea de que la fuerza y la valentía, asociadas a la masculinidad, van en el paquete de “la masculinidad tóxica” que hay que eliminar en su totalidad, puesto que llevan a los chicos y hombres a consecuencias negativas para su vida y para la sociedad. En este artículo daremos algunos argumentos para desmontar este planteamiento acientífico que, en un intento de mejora, en realidad destruye valores positivos sin aportar alternativas; además ofreceremos una alternativa científica clara desde las Nuevas Masculinidades Alternativas.

Es cierto que muchos hombres han recibido una socialización negativa con frases como “Sé un hombre, no llores”, que los ha llevado a ser “fuertes” y no mostrar sus sentimientos; con frases como “¿No te atreves? Qué cobarde” se presionaba a una falsa “valentía”. Los hombres de Masculinidad Tradicional Dominante y el patriarcado han querido imponer un modelo de hombre hegemónico que encasilla en una presión a no mostrar nunca debilidades o vulnerabilidades y a enfrentarse sin pensarlo a cualquier riesgo. Desgraciadamente, muchos hombres, en momentos vulnerables como la infancia, han interiorizado con mayor o menor éxito esta masculinidad, y no han tenido espacios de reflexión posteriores. 

Por supuesto que criticamos esta socialización. No obstante, la cuestión está en reencaminar estos valores adecuadamente para eliminar sus componentes negativos y mantener y potenciar los positivos. A continuación, vamos a desmontar los argumentos machistas y aportaremos alternativas basadas en investigaciones sobre la temática.

En primer lugar, referente a la valentía. La “valentía” que plantean los dominantes y las personas que solo se sienten atraídas por tipos así no es sino bravuconería, chulería y a veces incluso ponerse en peligro.  Para nosotros ser valiente es aquella persona que toma una decisión difícil que mejora su vida o la de otras personas. Pero ¿qué pasa entonces si decimos que nos despojamos de la valentía? Que estaremos educando a muchísimos chicos y hombres igualitarios para que den un paso atrás y dejen que sucedan muchas situaciones que requieren valentía. Por lo tanto, la valentía de las Nuevas Masculinidades Alternativas es clave, y se ha estudiado sobre todo en cómo les permite enfrentarse a situaciones de injusticia o violencia en favor de la igualdad y la libertad. Esta es una valentía inteligente, reflexionada, buscando el éxito.

En segundo lugar, hablaremos de la fuerza. Del mismo modo que la valentía está en las acciones que mejoran las vidas de las personas, la fuerza puede suponer una acción que dañe o pueda dañar a alguien. Pero cuando es así va acompañada de un componente violento que genera efectos muy negativos. De la fuerza que hablamos aquí, la que nos interesa en las sociedades actuales y dialógicas, es la fuerza moral. La fuerza de las NAM no está en el físico (aunque se cuidan), ni en aguantar situaciones hostiles y no poder expresar sus emociones. La fuerza NAM es la de no someterse al discurso coercitivo lleno de dobles morales en las relaciones personales, y la de combatir actitudes injustas. Además, buscan asociarse con otras personas igualitarias y combinan la fuerza y valentía con buscar momentos de ayuda mutua.

 

Teniendo en cuenta todo esto, la próxima vez que escuchemos criticar “la masculinidad”, así, en pack, podemos argumentar que la fuerza y valentía, bien planteadas, son dos atributos muy positivos de la masculinidad, tanto para los hombres como para las demás personas. 




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