Recientemente la BBC ha atendido a más de 100 personas empleadas que actualmente se encuentran trabajando en el restaurante del gigante de la comida rápida, que denuncian la existencia de una cultura tóxica en el lugar de trabajo que promueve la agresión sexual, el acoso, el racismo y la intimidación. Entre las denunciantes se encuentran varías jóvenes con tan solo 16 o 17 años, han explicado abiertamente todas las situaciones de abuso y acoso que han sufrido de manera rutinaria.
La investigación llevada a cabo por la BBC ha contado con testimonios que hacen evidente la situación de vulnerabilidad a la que se exponen las empleadas de la empresa que más trabajo ofrece en el sector privado del Reino Unido. Al contar con más de 17.000 personas trabajando en 1.450 restaurantes. Así como, ser la compañía que más fuerza de trabajo joven del país ocupa, pues tres cuartas partes del personal empleado tiene entre 16 y 25 años. En muchas ocasiones siendo el primer trabajo.
Entre las denuncias está la normalización de las relaciones sexuales entre gerentes y miembros más jóvenes del personal, yendo en contra de la política de la empresa. Las mujeres jóvenes describieron sentirse continuamente juzgas por su apariencia, acusando ser vistas por algunos de sus compañeros masculinos como “carne fresca”. Así como, algunas dijeron que sus gerentes les obligaban a usar uniformes demasiado ajustados. O dichos popularmente extendidos que normalizan la objetivación de las empleadas, que son destinadas por norma a trabajar en el mostrador. Lo cual visibiliza la existencia de una cultura contra las mujeres normalizada, tal como una empleada lo expresa: “es lo que se espera si trabajas en McDonalds, te acosarán”. Además en muchas de las ocasiones los propios gerentes son cómplices de estas situaciones abusivas, haciendo la vista gorda y no interviniendo ante la denuncia o incluso participando del acoso.
El director ejecutivo de McDonalds de Reino Unido e Irlanda, ante los hechos, ha anunciado que se va a investigar todas las denuncias, remarcando que las infracciones comprobadas del propio código de conducta se enfrentarán a las medidas más duras que se pueda imponer legalmente, incluido el despido. Pues, según sus palaras “ no hay lugar para el acoso, el abuso o la discriminación” en la empresa. Agregó que hay una formación destinada a los gerentes para crear “un lugar de trabajo seguro y respetuoso”, y disponen de reglas estrictas para garantizar que así sea en sus lugares de trabajo de todo el mundo.
Es muy esperanzador que los medios de comunicación se impliquen en dar voz a las personas que sufren acoso, abuso o discriminación, y así apoyar la construcción de una cultura de supervivientes que potencie que cada vez más personas rompan el silencio, para poner fin a la violencia que se ejerce contra las mujeres y niñas.
