Defender y proteger la libertad para todas las personas en cualquier espacio pasa por lograr para que éstos sean seguros y libres de cualquier tipo de violencia. Allí donde hay abuso, coacción, amenazas y discurso del odio o violencia de cualquier otra índole no es posible que todo el mundo se sienta incluído y libre para expresarse, compartir y debatir ideas. Esto último se considera clave en una democracia moderna, activa y real, es decir, es necesario garantizar que los contextos públicos permanezcan abiertos, permitan la participación equitativa y promuevan la responsabilidad social e Internet también es uno de ellos y las mujeres son uno de los grupos de población con mayor vulnerabilidad a la violencia en línea.
La red nos ha traído y aporta innumerables avances y ventajas pero también hay quienes la usan como una herramienta para silenciar a otras personas, promover la violencia y prolongar la desigualdad. Por otra parte su naturaleza en rápida y constante evolución hace que muchas personas no sepan cómo se aplican en el ciberespacio sus derechos fundamentales en torno a la libertad de expresión, reunión y asociación.
Esta necesidad ha llevado a que la Coalición Dinámica de Principios y Derechos de Internet (IRPC por sus siglas en inglés) del Foro de Gobernanza de Internet de la ONU haya desarrollado un conjunto sólido y sensato de normas de aplicación universal y estándares en coherencia con los Derechos Humanos y fundamentales con el fin de crear un marco que permita a las y los defensores de la democracia luchar por sociedades cada vez más libres. En este sentido, diversas entidades y organizaciones como el Centro para la Empresa Privada Internacional, el Instituto Nacional Democrático y el Centro para la Asistencia de Medios Internacionales desarrollaron una Guía Democrática para la Aplicación de los Derechos y Principios de Internet.
Ahora el movimiento presenta el Pacto Digital Global para tratar de contribuir al discurso global sobre una Internet abierta y democrática, al tiempo que aboga por su protección e impulso constante. Algo que la comunidad internacional considera esencial para la realización de los DDHH fundamentales, la promoción de los valores democráticos y el avance del progreso social, económico y cultural.
Este pacto busca la adhesión al mismo por parte de la ciudadanía en general, las entidades privadas y los gobiernos para que a medida que el crecimiento de Internet continúa creciendo a un nivel exponencial se siga garantizando la protección y la libertad de todas las personas y articular la coordinación entre los diversos grupos y partes interesadas para alcanzar el consenso sobre una amplia gama de temas que afectan el futuro de la democracia en línea.
