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Quienes se equivocaron eligiendo como referente a un conocido sociólogo del que se han hecho públicos presuntos horribles acosos sexuales están demostrando sus valores reconociendo públicamente su error y comprometiéndose a revisar los criterios con los que escogen sus referentes. Sin embargo, muchos añaden a su equivocación inicial otro error que perjudica todavía más a las feministas que luchamos contra los acosos sexuales en la academia.

Para no reconocer su equivocación, para no cambiar sus criterios de elección, afirman que es que todos los sociólogos o todos los académicos son acosadores, que no es posible fiarse de ninguno. Así demuestran su todavía sumisión al que equivocadamente eligieron, “si hasta ese lo ha hecho es que lo hacen todos”. Todas las que sí luchamos contra los acosos en la academia sabemos muy bien que siempre hay académicas y académicos a favor de las víctimas y también académicos y académicas a favor de los acosadores. Mentir sobre este tema es quitarnos los pocos apoyos reales que en la práctica tenemos, es aislarnos, es actuar a favor de los acosadores. Como feminista tengo de referentes a excelentes sociólogas y sociólogos, uno de ellos quien primero en la academia hizo público su apoyo a las víctimas. Explico tres de los criterios que en mi opinión son imprescindibles para no equivocarse.

El primero es postura clara, activa y pública a favor de las víctimas para que no queden aisladas y puedan transformarse en supervivientes. El conocido sociólogo presunto acosador no tuvo esa actitud y quienes se relacionan con él están ahora callando. No todos son iguales, el sociólogo Ramón Flecha ha sufrido una terrible violencia de género aisladora por ser quien más ha apoyado siempre a las víctimas.

El segundo es la existencia o no de evidencias constatables de que sus publicaciones están transformando la realidad. El presunto acosador nunca transformó ni una sola escuela ni un solo entorno, el único impacto de sus escritos sobre transformarlo todo fue el aumento de su fama y dinero. Hay muchas evidencias constatables de que las publicaciones de excelentes sociólogas y sociólogos están transformando las realidades de muchos entornos de diferentes partes del mundo.

El tercero es si las publicaciones generan o no impacto social en la transformación y mejora de vida de las mujeres. Los escritos y conferencias del presunto acosador son puro bla, bla, bla que entusiasma a sus hooligans pero que cualquier persona leída sabe que son de una mediocridad teórica impresionante. El libro La Sociedad Dialógica es de una rigurosidad teórica que supera en todo a todas las “teorías” de los referentes que equivocadamente escogen algunos.

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