Mentores en la prevención de la violencia


Mentores en la Prevención de la Violencia (MVP) es un programa de tutorización entre pares creado en Escocia en 2012 por el estadounidense Jackson Katz, y que da a los jóvenes la oportunidad de explorar y desafiar las actitudes, creencias y normas culturales que sustentan todas las formas de violencia de género en nuestra sociedad. Se trata del primer programa de prevención focalizado en el papel de la figura del “espectador” o “testigo” (bystander) ante las agresiones o comportamientos sexistas y su posicionamiento frente a la violencia desde diferentes espacios.
El objetivo principal de este proyecto es construir relaciones saludables y respetuosas tanto en la escuela como en la comunidad y cada año son más las escuelas que se unen a su programa.
Algunas de las herramientas más relevantes de las que dota el programa son:
- Ayudar a los estudiantes y otros miembros de la comunidad a desarrollar herramientas para la intervención en situaciones y escenarios específicos
- Fomentar una cultura que motive a todos y todas a involucrarse en desafiar e interrumpir todas las formas de abuso, y ayudar a crear un clima en el que las actitudes, creencias y comportamientos abusivos se consideren inaceptables y desagradables
- Ayudar a personas de todas las edades y orígenes a desarrollar las habilidades para convertirse en líderes y mentores de otros en temas de prevención de la agresión sexual y el abuso en las relaciones.
Además algunos de los impactos que se recogen de sus acciones en los últimos años son: el aumento de la consciencia de mentores y alumnado sobre los problemas relacionados con la violencia de género, el incremento de alumnado que se atreve a denunciar, la mejora en la confianza y comunicación que permite poner en marcha un posicionamiento más generalizado, la adquisición de habilidades, como el trabajo en equipo o la capacidad de liderazgo o el aumento significativo del número de personas que siente que tienen habilidades para actuar frente a la violencia tras la capacitación.
Por último cabe destacar que, en el informe anual realizado durante el curso 2021/2022, se hace hincapié en el análisis de actitudes relacionadas con la violencia de género, el papel del espectador y la confianza de los participantes, y los resultados demuestran consistentemente que el personal presenta un mayor desacuerdo con las declaraciones de culpabilidad de las víctimas después de la capacitación y un aumento en su confianza para educar a los alumnos sobre estos temas. Además, el personal también informa de una mayor probabilidad de hablar o tomar medidas por sí mismos para interrumpir situaciones abusivas.
En definitiva, este programa es un ejemplo de continuidad en acciones eficaces que, en forma de actitudes upstander, llegan cada vez a más jóvenes en todo el mundo y continúan contribuyendo a una sociedad libre de violencia.