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El pasado 13 de febrero, NESET, la red internacional de asesoramiento de personas expertas (cerca de 60 personas representantes de 27 estados miembros de la Unión Europea) publicó el Informe Analítico: “Logrando el bienestar estudiantil para todos y todas: contextos educativos libres de violencia”. Esta red, entre uno de sus objetivos, tiene la labor de asesorar a la Comisión Europea en temas que trabajan la dimensión social de la educación y la formación, proporcionando contenidos científicos fiables y rigurosos.

La violencia contra las y los niños (VAC por sus siglas en inglés) se manifiesta, de diferentes maneras en diversos contextos, en cualquier parte del mundo: la violencia de género, el acoso y/o el ciberacoso están presentes durante la infancia.

Los resultados de dicho informe son claros y contundentes: sufrir violencia a temprana edad genera consecuencias desastrosas para el desarrollo infantil que impacta negativamente en su crecimiento personal y social. A continuación, se describen brevemente los efectos perjudiciales desde tres dimensiones analizadas:

(1) bajo rendimiento académico y abandono escolar prematuro; 

(2) alteración perjudicial del bienestar mental y emocional (depresión, autolesiones, ideas suicidas…) y afectación del desarrollo del cerebro (estrés tóxico que modifica la actividad y arquitectura cerebral) y daños causados en el bienestar físico (desordenes gastrointestinales, debilitación del sistema inmunitario, dolores de cabeza…) y

(3) al mismo tiempo, hay que prestar especial atención a ciertos grupos vulnerables puesto que tienen mayor riesgo de sufrir VAC (niñas, niños y niñas de entornos minoritarios, que procedan de un contextos socioeconómicos desfavorecidos, personas refugiadas, alumnado con discapacidad y LGBTIQ+).

El objetivo de este informe es analizar qué acciones y prácticas educativas han demostrado que funcionan con éxito para prevenir y superar la VAC en general, y cuáles demuestran que abordan con éxito la reducción o eliminación de los impactos negativos en las tres dimensiones analizadas.

De los 13 programas y acciones investigadas que abordan satisfactoriamente las consecuencias nefastas de VAC, destacamos estas cinco por ser las que mejores resultados han obtenido en su conjunto y porque han demostrado que mitigan las secuelas en los grupos de riesgo (concretamente en esta dimensión, las cuatro primeras acciones):

  •   Club de Valientes Violencia 0: ha resultado ser efectivo en la mejora de resultados académicos del alumnado que previamente había sufrido violencia. Además, en esta línea, ha conseguido mejorar la socialización de todos y de todas, especialmente de las personas victimizadas. Ha demostrado ser una potente actuación preventiva y ha proporcionado a las víctimas de acoso la seguridad y la valentía para denunciar una situación de abuso puesto que sienten el respaldo de las y los compañeros consiguiendo, de este modo revertir su situación. Han reducido los sentimientos de tristeza, ya no tienen miedo, se atreven a denunciar porque se sienten protegidos por sus iguales. De igual forma, se ha conseguido vincular el sentimiento de la amistad a la protección incondicional.
  • Modelo Dialógico de Prevención y Resolución de Conflictos: genera un sentimiento de seguridad, solidaridad y apoyo entre los y las estudiantes, especialmente apoyando y acompañando a las víctimas evitando así la revictimización. En entornos muy vulnerables, se han logrado grandes mejoras en el rendimiento académico reduciendo, al mismo tiempo, el absentismo escolar. Ha supuesto también la búsqueda de relaciones de amistad de calidad.
  • Tertulias Científicas Dialógicas y/o Tertulias Feministas Dialógicas: han fomentado la participación y solidaridad en un contexto seguro de alumnado que vive situaciones graves de vulnerabilidad incluidas niñas con discapacidad intelectual o acogimiento familiar. Estudiantes con discapacidad han actuado de manera solidaria ayudando a alguien que pudiera sentirse triste para conseguir la mejora de su estado emocional. Estos encuentros, han fomentado en las chicas participantes una actitud positiva ante las relaciones igualitarias y la superación del discurso coercitivo.
  • Eliminación de la Violencia de Género Aisladora: evita el abandono escolar. Las víctimas no se sienten solas pues, saber que alguien ha creído en ellas, que se ha posicionado a pesar de las represalias y efectos perjudiciales que puedan recibir al posicionarse a su favor, les ha permitido superar sus miedos y el pánico y, en consecuencia, buscar ayuda.
  • Open Doors: en momentos de aislamiento social provocados por la COVID-19, se crearon contextos seguros de socialización que evitaban la marginación y, en consecuencia, ayudaban a conseguir mejores logros en su rendimiento escolar.

Gracias al riguroso análisis de estas intervenciones podemos afirmar que la educación formal en estos programas, desempeña un papel fundamental no solo en la prevención de VAC en todas sus formas sino también en su resolución dotando a los y las chicas, que están siendo víctimas, de estrategias claras de actuación que ya han demostrado su efectividad en cuanto que reducen o mitigan las consecuencias por estar expuestas a la violencia. La aplicación de estas acciones debe realizarse desde un enfoque comunitario, implicando a los y las niñas pero también a las familias y demás agentes educativos que participan e influyen en la socialización del alumnado.

Crecer y desarrollarse en un ambiente seguro y libre de violencia es un derecho de la infancia, trabajemos conjuntamente para conseguirlo.

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