
Alepo, ciudad masacrada de Siria, es decir, ciudadanía masacrada per una guerra de once años y ahora por un seísmo implacable. Miles de personas atrapadas bajo los cascotes, centenares de edificios derruidos, de los que estaban en pie en medio de la destrucción bélica. Un mortífero terremoto ha venido a intensificar la ruina de una de las regiones más castigadas por la guerra civil.
En la historia de los enfrentamientos armados entre el presidente Bachar al Assad y sus contrarios, sostenidos uno y otro bando por contrapuestos poderes internacionales, Alepo aparece como la ciudad mártir en primer término. Queda escrito que, en diciembre de 2016, los ataques a Alepo se recrudecieron hasta el punto que no quedaron hospitales, ni edificios en pie, advirtiendo la ONU que la ciudad podía convertirse en un gran cementerio. Cuando los opositores sirios se rindieron a Assad después de cuatro años de asedio, tras ellos quedaban escombros, miles de muertos y 100.000 personas atrapadas en un reducto de cinco kilómetros cuadrados.
Después de la destrucción, renacimiento sobre las cenizas, aunque fuera precario, porque así de consuetudinario es el ser humano. Pobre reconstrucción, acogiendo a millares de refugiados desplazados por una lucha armada que no cesa desde marzo de 2011. Y de pronto, unos terribles movimientos geológicos sacuden edificios y vidas. Quizás en los anales no exista una ciudadanía más desafortunada que la de Alepo.
Comparte esto:
- Haz clic para compartir en Facebook (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Telegram (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para imprimir (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Reddit (Se abre en una ventana nueva)
- Más
Para comentar debe estar registrado.