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El desarrollo del lenguaje académico en los últimos años de la educación primaria y los primeros de secundaria es un asunto que despierta mucho interés entre docentes y personal investigador. Los estudios realizados hasta ahora sobre este asunto se centraban especialmente en la extensión de las cláusulas o en la adquisición de vocabulario especializado. En un nuevo trabajo de investigadoras de la Universidad de Harvard, se ofrece un nuevo enfoque que pone a nuestra disposición nuevas evidencias para trabajar no desde la extensión, sino desde la diversidad de las estructuras oracionales complejas empleadas por el alumnado.

Mientras que el desarrollo de las producciones orales está bastante bien documentado e investigado, no existe tanta literatura sobre el aprendizaje y la consolidación del lenguaje académico y en este trabajo se ha realizado un estudio sobre la importancia de la diversidad en las construcciones oracionales complejas como predictores de la calidad en la escritura y en la comprensión del lenguaje académico. 

El estudio se llevó a cabo con 512 niños y niñas de entre quinto y octavo cursos de escuelas del noreste de los Estados Unidos, el equivalente al quinto de primaria y segundo de ESO en España. A todos ellos se les pidió que escribieran en 20-25 minutos un texto argumentativo exponiendo su opinión sobre una situación controvertida en el día a día de la escuela (el uso o no de tabletas electrónicas). A partir de esos escritos se analizaron las estructuras sintácticas complejas usadas por los niños y niñas y se pusieron en relación con la calidad de la escritura y con la comprensión de este alumnado del lenguaje académico. 

 

El estudio tiene como resultado la identificación de siete estructuras sintácticas complejas que, independientemente de la extensión de las oraciones, se relacionan con la calidad de los escritos y con la mejor comprensión del lenguaje académico, en el que estas construcciones son más frecuentes. Las siete estructuras identificadas son las proposiciones subordinadas sustantivas en función de sujeto o de complemento directo, las proposiciones subordinadas adverbiales (especialmente con valor causal), las de relativo, las perífrasis verbales de infinitivo, el uso de la voz pasiva y las proposiciones subordinadas sustantivas traspuestas por preposición. 

 

Conocer estas evidencias facilita, como señala el artículo, centrar la enseñanza de la escritura en estos niveles en el uso correcto y diverso de estas construcciones por las implicaciones que tendrán en el desarrollo de la escritura académica, imprescindible en niveles de la secundaria superior y en los niveles posteriores. Por otra parte, los resultados que se han obtenido facilitan también la evaluación de la escritura de manera más precisa y sistemática y ofrecen muchas posibilidades para una evaluación formativa que transforme el manejo del lenguaje escrito de nuestro alumnado y sus perspectivas académicas.

 

En el trabajo se encontró que los resultados de calidad y diversidad eran mejores en los niños y niñas de mayor edad, pero también las puntuaciones de las niñas superan a las de los niños y las más altas eran obtenidas por  el alumnado con familias de ISEC más alto, por lo que, una vez más, las evidencias obtenidas en la investigación educativa nos pueden ayudar a llevar a las aulas una enseñanza de mayor calidad y que logre acabar con la injusticia social a través de la enseñanza explícita de aquellos contenidos y destrezas que mejoran las perspectivas académicas del alumnado más vulnerable. 



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