El edadismo cotidiano consiste en la discriminación por motivos de edad que las personas mayores viven en su día a día. La revista ‘JAMA Network’ ha publicado la investigación Experiences of everyday ageism in the health of older US Adults en la que analizan las experiencias de edadismo cotidiano de más de 2000 personas adultas de entre 50 y 80 años en Estados Unidos.
Según el estudio, la discriminación por motivos de edad en la vida cotidiana es prevalente ya que el 93,4% indicaron que sufrían regularmente una o más formas de discriminación por edad. El grupo de personas más mayores, entre 65 y 80 años, declaró sufrir una mayor discriminación cotidiana. Las mujeres también indicaron sufrir más discriminación edadista en el día a día que los hombres, también quienes vivían en zonas rurales frente a zonas metropolitanas. Igualmente, la discriminación afectaba de manera diferente según los indicadores de menor estatus socioeconómico (educación, ingresos y empleo).
El edadismo cotidiano afecta a la salud de las personas que lo sufren de maneras diferentes. Por una parte, puede dificultar la calidad de las interacciones con el personal sanitario. Asimismo, las creencias, estereotipos y expectativas proyectadas en las personas mayores impactan en las interacciones interpersonales diarias. En general, la discriminación cotidiana por motivos de edad se asoció a una mala salud física y mental, siendo un factor de estrés crónico que puede a su vez acelerar el envejecimiento y empeoramiento de otras enfermedades. Al mismo tiempo, las personas mayores con mala salud pueden experimentar más mensajes y discriminación edadista en su día a día.
Se necesitan más investigaciones en diferentes países para analizar las experiencias de edadismo cotidiano y desarrollar programas e intervenciones para reducir el edadismo en el día a día y las consecuencias negativas en la salud de personas mayores.
