La Facultad de Filosofía y Ciencias de la Educación junto con la Unidad de Igualdad de la Universidad de Valencia organizó el pasado viernes 2 de diciembre las Jornadas “De Víctimas a Supervivientes. Superar la Violencia de género aisladora en la Universidad” celebradas a propósito del conjunto de actos que han tenido lugar por el 25 de Noviembre, Día Internacional en Contra de la Violencia de Género. El acto, inaugurado por Ruben Sancho, Secretario Autonómico de Igualdad y Diversidad, Rosa Mochales, directora de la Unidad de Igualdad y Rosa M. Bó, decana de la facultad, fue un éxito rotundo en asistencia del público y de gran impacto ya desde las primeras palabras que nos acompañaron desde la mesa inaugural.
Posteriormente la profesora Esther Roca, dio paso a la mesa de ponentes que contó con cinco personas de gran excelencia científica y humana, Ramón Flecha, número uno del ranking científico internacional, Google Scholar, en las categorías de Gender Violence y Social Impact; Gema Tomás, Catedrática de Derecho Civil y Decana de la Facultad de Derecho en la Universidad de Deusto; Patricia Melgar, Investigadora principal del Proyecto I+D+i SOL.NET, Redes de Solidaridad Con Impacto en los Procesos de Recuperación de las Víctimas de Violencia de Género; Mar Joanpere, Co-fundadora del MeToo en la Universidad y primera víctima en ganar un caso de acoso sexual entre iguales en la universidad y Oriol Ríos, Director de la revista Masculinities and Social Change.
La combinación de la mesa siguió un hilo argumental muy clarificador en torno a la violencia de género aisladora y las claves para su superación. Cada una de las ponencias situó al público en las diferentes actuaciones que se están llevando a cabo y que están transformando contextos en los que la respuesta al acoso sexual ha sido silenciadora o ineficaz. Las presentaciones incluyeron relatos personales que calaron profundamente en el público así como un momento lleno de belleza en que sonó el himno de supervivientes de la violencia de género aisladora.
Mar Joampere, enfatizó sobre la importancia de crear redes de solidaridad entre las personas supervivientes de acoso sexual y aquellas que ofrecen su apoyo a las víctimas así como en la importancia de no mirar para otro lado. La ponente y superviviente de acoso sexual entre iguales en la universidad, insistió en la idea de que es un error pensar que las mujeres, al contrario que los hombres, sólo por el hecho de serlo, siempre se posicionarán en contra de la violencia de género, sino que siempre han habido hombres y mujeres que han apoyado a las víctimas así como hombres y mujeres que apoyan a los acosadores. M. Joanpere lo contrastó con su propia experiencia e hizo saber a la sala que la primera persona que le ayudó fue el profesor Ramón Flecha.
A continuación, en su intervención, Oriol Ríos mostró evidencias de cómo la figura del upstander y las redes de apoyo que estrategias como Club de Valientes, en las escuelas, están fomentando, demuestran ser un elemento clave en la protección frente al acoso y violencia que sufren personas pertenecientes al colectivo LGBTIQ+.
Gema Tomás por su parte, habló sobre la importancia de legislar la violencia de género aisladora, aspecto en el que los gobiernos regionales de Cataluña y País Vasco, éste último ya con el término literal, han sido pioneros en España, seguidos de otros gobiernos en sudamérica como Brasil. Una ponencia de gran valor ilustrativo para todas aquellas administraciones que en estos momentos se plantean ampliar y mejorar el marco legal para hacer frente a la violencia de género y la tipificación de sus diversas formas.
El profesor Ramón Flecha, centró su exposición en dos aspectos y la importancia de que vayan estrechamente unidos si se quiere superar la violencia de género algún día; la valentía y la ciencia. R. Flecha insistió en que la valentía de poco sirve si no va de la mano de las evidencias científicas para no continuar invirtiendo energías y recursos en actuaciones que no sólo resultan ineficaces sino que se sabe que aumentan la violencia de género. En coherencia con ello, R. Flecha, nos trajo muy buenas noticias; el movimiento por acercar las evidencias científicas de impacto social a la ciudadanía crece, ya hay en marcha incluso una iniciativa para hacerlas llegar de forma lúdica a las niñas y niños. Finalmente, compartió un relato muy especial en primera persona acerca de la importancia de dotar de atractivo a las personas que siempre se han posicionado en contra de la violencia de género y de que éstas y no otras, sean las referentes para las generaciones futuras.
Por último, Patricia Melgar insistió en que la investigación es clara al respecto y la violencia de género no es un problema oculto del que no nos enteramos, ésta no es la razón por la que no se actúa sino que los hallazgos muestran que es el temor a las represalias. Pensar que si ayudan, sufrirán consecuencias, es el principal motivo por el cual muchas personas no se posicionan frente a la violencia, esto es miedo a la violencia de género aisladora. Partiendo de este hecho, P. Melgar, fue clara al respecto, la solución pasa por la construcción de redes de solidaridad para las víctimas de acoso y las personas que les apoyan. Así cerraba la última de las exposiciones que configuraban la mesa, dando paso al espacio de diálogo con las personas asistentes y posterior cierre de unas Jornadas que se caracterizaron por reunir en una las esferas de la verdad, la belleza y la bondad.
