El índice de igualdad de género en la Unión Europea, que se presenta anualmente por el Instituto Europeo de la Igualdad de Género (EIGE, por sus siglas en inglés), muestra por primera vez en una década unas cifras preocupantes en varios indicadores principales con los que mide su estado en los 27 estados miembros, lo cual se atribuye al impacto desigual que ha provocado la pandemia del covid-19.
El índice de igualdad de género es una herramienta de la Unión Europea para medir el progreso en materia de igualdad. Está desarrollada por el Instituto Europeo de la Igualdad de Género, la cual consigue ofrecer una mayor visibilidad, al detectar las áreas que necesitan mejorar. Y, en última instancia, ayuda a los y las responsables políticos a diseñar medidas de igualdad de género más eficaces. La herramienta ayuda a aportar transparencia a las prácticas y políticas relacionadas con el género, al aumentar la amplitud y la profundidad de los datos en diversos campos, como el trabajo, la economía, la educación, el tiempo, el poder, la salud y la violencia.
Los signos preocupantes que ofrece el informe de 2022, no hacen más que reforzar el compromiso de la Comisión Europea con la igualdad de género. Tanto a nivel comunitario, a través de favorecer acuerdos políticos por el Parlamento Europeo y el Consejo de la UE. Como a nivel de los Estados miembros, a través de favorecer la supervisión y comparación de los avances entre los diversos grupos de mujeres y hombres, con el fin de comprender dónde son más necesarias las mejoras.
