La discriminación por motivos de edad tiene efectos negativos en la salud. Estos efectos negativos son aún peores para personas mayores con menor educación o en zonas en vías de desarrollo.
El artículo científico A scoping review of ageism towards older adults in cancer care, publicado en Journal of Geriatric Oncology, recoge los resultados de una revisión sistemática de 130 estudios científicos a través de la que sus autores buscaban conocer el impacto del edadismo entre el colectivo de personas mayores enfermas de cáncer, un colectivo en el que, por edad, el cáncer es prevalente. La mayoría de los estudios están realizados en EE.UU., Reino Unido y Canadá.
Entre los estudios revisados identificaron que hay una exclusión sistemática y deliberada de personas mayores en los ensayos clínicos, lo que conlleva que se les someta o a tratamientos excesivos o insuficientes ya que hay una falta de datos sobre su capacidad de respuesta a los tratamientos y riesgos derivados lo que puede impactar en menor tasa de supervivencia. Tienen menos probabilidades de recibir cirugía, tratamientos potencialmente curativos y quimioterapia. Las mujeres mayores tienen menos probabilidades de que se les ofrezca cirugía de conservación de la mama y reconstrucción mamaria, recibiendo tratamientos menos rigurosos que pacientes jóvenes con el mismo nivel de aptitud física. También tienen menos probabilidades de recibir tratamientos de terapia multimodal que las pacientes jóvenes y más probabilidades de recibir solo cirugía o un tratamiento no quirúrgico.
Asimismo, los estudios identifican sesgos de los oncólogos a la hora de ofrecer opciones de tratamiento a pacientes más jóvenes y socialmente más activos frente a pacientes más mayores. Así, diversos estudios identifican actitudes negativas de profesionales sanitarios de oncología hacia pacientes de más edad y una comunicación basada en estereotipos edadistas, como por ejemplo, la tendencia a expresar más sus propias preferencias de tratamiento con los pacientes de más edad que con respecto a los más jóvenes. Los y las pacientes mayores perciben un sesgo racial o de edad en la información proporcionada por profesionales sanitarios, quienes se comunican a menudo con palabras paternalistas, condescendientes y despectivas. El personal sanitario también discuten menos con ellos y ellas los efectos secundarios del tratamiento que con pacientes de menor edad (en particular, los relacionados con cuestiones sexuales).
A pesar de que existen intervenciones para abordar la discriminación por razón de edad, en ninguno de los estudios revisados se han identificado acciones aplicadas en entornos oncológicos. Es fundamental abordar el edadismo en oncología para mejorar la atención y los resultados en la salud de estos pacientes. También son necesarios más estudios sobre el impacto del edadismo en personas mayores con cáncer en más países.
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