Con la excusa de la llegada de la celebración de Halloween, recientemente se están haciendo virales contenidos en las redes que promueven el abuso y el maltrato infantil para ganar audiencia. Personas con millones de seguidores han emitido vídeos en los que se ve explícitamente el terror generado a menores que gritan y se asustan mientras personas adultas se ríen y siguen emitiendo. Además de la gravedad de los contenidos, hay cantidad de miles de personas que se han sumado en las redes sociales a su reproducción y difusión.
La tendencia generada por unos pocos ha conllevado que más personas se hayan sumado y estén provocando escenas de terror a las criaturas con el fin de ganar popularidad en las redes.
Disfrutar del miedo ajeno, especialmente tratándose de criaturas menores de edad es lo más antihumano que pueda existir. Si no dejamos de generar popularidad en las personas que fomentan este tipo de actitudes, estas prácticas no dejarán de reproducirse.
La solución incluye una educación basada en la no violencia contra menores, pero una educación basada en evidencias científicas que supera esa socialización en la motivación por hacer daño,, no una “educación” basada en bulos que aumentan el problema.
Coordinadora del Metoo University