Desde el siglo XX y cada vez más, las mujeres de distintas ideologías, procedencias y orientaciones están liderando sus posiciones dentro del mundo de la política. Cada una a su manera y según sus convicciones ideológicas.
Las une el hecho común de haber sido y ser mujeres destacando como figuras públicas, líderes. Lo que las convierte aún a día de hoy en blanco fácil de críticas, insultos y ataques por parte tanto de hombres como de mujeres que se ven con el derecho de opinar e entrometerse en sus vidas más íntimas y personales. Si una cosa ha logrado la desigualdad de género hasta nuestros días es la capacidad de opinar y de atacar las vidas privadas de los demás, especialmente en el caso de las mujeres, para desacreditarlas y ridiculizarlas. Muchas mujeres de partidos, colores e ideologías muy distintas han sido víctimas de dichas prácticas.
Afortunadamente también ha habido a lo largo de la historia mujeres y hombres que se han posicionado contra tal comportamiento, apoyando a las mujeres víctimas de estos ataques, dejando de lado sus ideas, opiniones o propuestas políticas, y desacreditando estos ataques cobardes y ridículos en pleno siglo XXI.
Coordinadora del Metoo University