Está creciendo la tendencia de algunos entornos a llamar educación sexual a expresiones y actos que, además de ser soeces, tienen unas consecuencias horribles en las vidas de las y los menores.
Cada vez más, la oleada de coacciones que fomenta una «educación sexual», no respaldada por ninguna evidencia científica, únicamente por los intereses individuales y de algunos chiringuitos de ocurrentes, está generando una estampida de críticas sociales por parte de familias y agentes de diversos entornos que reivindican que se haga una educación sexual basada en evidencias y no en ocurrencias, por el bien de las criaturas, de la sociedad y de no continuar desprestigiando la educación sexual.
La libertad sexual consiste en la libre elección de cada persona a elegir sin coacción sobre todos los aspectos relativos a su sexualidad. Nunca se ha basado en imposiciones de hacer o desear lo que otros eligen para ti.
Coordinadora del Metoo University