Pearl S. Buck. Wikipedia

Esta escritora recibió el Premio Nobel de Literatura en 1938, aunque sólo habían pasado diez años desde la publicación de su primera novela, en ese momento había escrito siete novelas. Así, se convirtió en la cuarta mujer que logró ganar el premio Nobel de Literatura.  

En su discurso de agradecimiento, la escritora aseguró que había sido en su larga estancia en China donde entendió el verdadero sentido de un novelista. Para ella, escribir, más que crear arte, era hablar de las personas. Y así lo hizo en su extensa producción literaria que fue más allá de la novela, tocando otros géneros como la poesía o los cuentos infantiles. 

Pearl S. Buck nació el 26 de junio de 1892 en Hillsboro, Virginia. Tenía escasos meses de vida cuando la familia volvió al país asiático. 

Ya entonces empezó a ser consciente de los distintos mundos que convivían en un mismo espacio pero que no se interrelacionaban. Aunque los padres de la escritora siempre inculcaron en sus hijos la idea de igualdad entre todos los seres humanos.

En 1930 Pearl S. Buck publicaba su primera novela, Viento del Este, viento del Oeste, En 1931, publicó La buena tierra, con la que ganó su primer reconocimiento público, el Premio Pulitzer.

Desde entonces, no dejó de escribir a la vez que trabajaba en la universidad y se volcaba en la ayuda de los más necesitados. En 1942, ella y su marido fundaron la Asociación East and West que tenía como fin estrechar lazos culturales entre América y Asia. 

Escribió más de ochenta libros, desde novelas, hasta biografías pasando por poesías, cuentos infantiles. Una extensa obra literaria en la que la escritora quiso plasmar al ser humano en todas sus vertientes para explorar su naturaleza, muchas vinculadas al mundo chino.

Desde su asentamiento definitivo en los Estados Unidos se convirtió en una activista de los derechos de la mujer y los desfavorecidos, dedicando su presencia y buena parte de sus libros a esta misión. 
Una obra literaria que tuvo su máximo reconocimiento cuando se encontraba en plena producción literaria. 

Su estilo sencillo y directo y su preocupación por los valores fundamentales de la vida humana tienen su origen en el estudio de la novela china. Ofreció una visión sentimental y amable hacía los más humildes, que tanto estaban sufriendo en unos momentos de cruentas guerras civiles unidas a la intervención occidental. Este hecho ha llevado a valorar en sus obras un valor humanitario que trascendía lo meramente literario

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