El acoso sexual es la forma de violencia más frecuente contra las niñas y las mujeres en Europa (FRA, 2014). Entre el 45% y el 55% de las mujeres europeas han sufrido alguna forma de acosos sexual desde los 15 años. Es decir, han sufrido algún tipo de comportamiento verbal, no verbal o físico no deseado de naturaleza sexual.
El proyecto ASTRAPI Active Strategies for Prevention and Handling SH Incidents, del Programa Erasmus + de la Comisión Europea, está contribuyendo con un enfoque transformador e innovador a poner fin al acoso sexual. Para ello, aborda las desigualdades de género y la discriminación, las políticas, procedimientos y prácticas en materia de recursos humanos, los procedimientos eficaces de denuncia, el apoyo y recursos para supervivientes, el enfoque activo en quienes son testigos de violencia, la responsabilidad de los agresores, la sensibilidad, formación, orientación en el lugar de trabajo y el desarrollo de políticas integrales preventivas.
En el proyecto ASTRAPI han desarrollado una herramienta para evaluar el riesgo de acoso sexual en entornos laborales diversos, basada en la evidencia científica disponible, las recomendaciones difundidas por organizaciones internacionales y siguiendo un proceso de co-creación con supervivientes de acoso sexual, personas expertas y activistas. El artículo de investigación recientemente publicado en la revista ‘Gender, Work and Organization’, Without support, victims do not report: The Co-creation of a workplace sexual harassment risk assessment survey tool, explica todo este proceso de co-creación y presenta en primicia el instrumento de evaluación del riesgo de acoso sexual en entornos laborales que actualmente se está pilotando en cinco países europeos.
La herramienta de evaluación de riesgos basada en las evidencias y que incluye las voces y conocimiento de supervivientes y otras personas está diseñada en seis secciones: (1) Datos personales, (2, 3 y 4) Acoso sexual, Atención sexual no deseada y Coacción sexual, (5) Circunstancias del acoso sexual en el trabajo, (6) Perspectiva institucional de género. El proceso de co-creación de orientación comunicativa mantenido con supervivientes de acoso sexual, personas expertas y activistas, ha permitido no solo recoger sus sus voces, sino un diálogo igualitario que ha favorecido que la herramienta creada incluya aportaciones tan fundamentales como la Isolating Gender Violence (IGV. Violencia de Género Aisladora). Es decir, la violencia que se ejerce contra quienes defienden a las víctimas de violencia de género, abordando de manera pionera, tanto el problema que sufren quienes padecen acoso laboral en el lugar de trabajo, como el que padecen quienes apoyan a estas víctimas. Lo que permitirá comprender mejor las implicaciones e incidencia del acoso sexual en los entornos laborales, y establecer políticas y planes de prevención que contribuyan eficazmente a su prevención.
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