El acoso sexual es una realidad generalizada en las universidades y un asunto cada vez más estudiado. Este estudio, Sexual Harassment at Institutions of Higher Education: Prevalence, Risk, and Extent, fue llevado a cabo en ocho universidades diferentes de Estados Unidos.
El estudio se llevó a cabo online, y en él se incluyeron preguntas sobre la victimización por acoso sexual, tanto (1) por parte de un miembro del profesorado o del personal universitario; como (2) por parte de un compañero/a; desde la inscripción en su universidad. En el estudio participaron 16.754 estudiantes.
Utilizando una teoría interseccional y modelos de obstáculos, este estudio exploró los efectos del género, la raza/etnia, la orientación sexual, la edad de matriculación, el estatus del estudiantado y el tiempo de permanencia en la institución sobre el riesgo de las estudiantes y los estudiantes de ser víctimas de acoso sexual por parte de sus iguales y de profesorado o personal, así como el grado de victimización del estudiantado que experimenta acoso.
En todas las instituciones analizadas, el 19% del estudiantado declararon haber sufrido acoso sexual por parte del profesorado/personal y el 30% declararon haber sufrido acoso sexual por parte de sus iguales. Además, se encontró que el tiempo en la institución aumenta tanto el riesgo como el grado de victimización de ambos tipos de acoso.
Los y las autores del estudio encontraron algunos colectivos como aquellos que corren un mayor riesgo de sufrir acoso. Estos son, según el artículo: los y las estudiantes de grado, los y las estudiantes blancos no latinos, las mujeres y el estudiantado de minorías sexuales y de género. Afirman que ser mujer aumenta las probabilidades de sufrir acoso sexual por parte del profesorado en un 86% y por parte de los pares en un 147%. Resulta que el estudiantado latino y aquellos estudiantes con una etnia distinta a la blanca informaron sufrir menos victimización. Sin embargo, aquellos que denunciaron acoso sexual se enfrentaron a un mayor grado de comportamientos de acoso.
Finalmente, el artículo presenta una discusión de estos hallazgos para en línea con la planificación del programa institucional y la política universitaria para responder a todo de acoso y revictimización.
