Un estudio ha aportado evidencias que sugieren que la violencia o el acoso sexual en el lugar de trabajo pueden aumentar el riesgo a largo plazo de hipertensión arterial y enfermedades cardiacas en las mujeres. Las enfermedades cardíacas son la principal causa de muerte en las mujeres estadounidenses, al ser responsable de una de cada tres muertes (UPI).
Los resultados, publicados en la revista Journal of the American Heart Association,provienen de un equipo de investigación dirigido por Rebecca Lawn, investigadora postdoctoral de la Escuela de Salud Pública de TH Chan de Harvard (Boston, Estados Unidos). Su detección podría beneficiar la salud cardiaca de las mujeres, pues como apunta Lawn “Reducir la violencia sexual, es importante en sí misma, también puede proporcionar una estrategia para mejorar la salud cardiovascular de las mujeres a lo largo de la vida”.
El estudio se ha llevado a cabo con más de 33.000 mujeres con una media de edad de 53 años, a quienes se les ha llevado un seguimiento durante 7 años (de 2008 a 2015). En un principio ninguna tenía antecedentes de hipertensión, pero al final del estudio una de cada cinco mujeres la desarrolló. Los resultados también aportan cifras como, que a lo largo de la vida el 23% de las mujeres había sido víctima de agresiones sexuales, el 12% había sufrido acoso sexual en el lugar de trabajo y el 6% había sufrido ambas cosas. En comparación con quienes no tenían antecedentes de agresión sexual o acoso sexual, el riesgo a padecer hipertensión arterial era un 21% mayor entre mujeres que han sufrido ambas, un 15% mayor entre las que habían sufrido acose sexual en el trabajo y un 11% mayor entre las víctimas de agresión sexual.
Además, el estudio apunta que el aumento del riesgo no se asocia con toda exposición al trauma, que también se han analizado en el estudio, ya que este aumento no se daba cuando pasaban otro tipo de lesiones y no de violencia sexual. Por lo que el estudio concluye que el cribado de una gama más amplia de experiencias de violencia sexual en el lugar de trabajo, así como, el acoso o la agresión verbal, y el conocimiento y tratamiento de las posibles consecuencias para la salud cardiovascular puede ser beneficioso para la salud de las mujeres a largo plazo. Algo que se subraya como importante si se tiene en cuenta que las mujeres son víctimas de esta violencia de forma desproporcionada, ya que entre el 13% y el 44% de las mujeres denuncian agresiones sexuales y hasta el 80% de las mujeres denuncian acoso sexual en el lugar de trabajo.
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