Estos últimos días estamos viendo muchas personas, entre ellas muchos hombres, que han apoyado públicamente expresiones artísticas en la música y en televisión que han sido consideradas de un feminismo muy radical. Resulta curioso como el interés mediático y la necesidad de protagonismo invisibiliza muchos de los hitos históricos que las diferentes olas del feminismo ya consiguieron. En este sentido, por ejemplo, sería necesario recordar el papel del movimiento de Mujeres Libres como claro motor de la revolución sexual femenina en los años de la Guerra Civil Española. Sus planteamientos sobre la sexualidad demostraban un posicionamiento muy por delante de los de algunos feminismos actuales que han olvidado las luchas de las mujeres libres y las otras mujeres (como por ejemplo las mujeres sin titulaciones académicas o pertenecientes a minorías étnicas).
El feminismo transformador de Mujeres Libres es el feminismo dialógico que va más allá del postureo, que busca con la mayor profundidad posible una mejora total y absoluta de los derechos de la mujer. Las Mujeres Libres lucharon por la liberación sexual con el objetivo de demostrar a la sociedad que eran sujetos activos que podían cambiar las desigualdades sociales y de género. Los testimonios que han quedado escritos y recogidos en diferentes publicaciones nos demuestran que ellas no necesitaban de protagonismo, de hecho muchas quedaron en el olvido de la historia contemporánea de España, sino que lo que querían eran futuras generaciones de mujeres que pudieran disfrutar de su cuerpo y su sexualidad libremente.
Las Nuevas Masculinidades Alternativas no nos movemos ni por postureos ni por protagonismos que no llevan a ningún cambio social. Esto nos hace estar al lado de feministas radicales que sí buscan una transformación profunda de problemáticas como la trata de personas con fines de explotación sexual, la abolición de la prostitución, la violencia de género y la violencia de género aisladora, la homofobia y la transfobia, el acoso sexual en las universidades, etc. De hecho, este es un aspecto que las NAM tienen muy claro, porque como ya apuntó el feminismo dialógico, a menudo convertimos temáticas ligadas a los grupos privilegiados en grandes problemáticas, cuando mientras tanto callamos o no damos importancia a problemas como el acoso sexual a las trabajadoras del hogar, la explotación laboral de las mujeres que se ven obligadas a prostituirse, las relaciones afectivo-sexuales despreciativas que se perpetúan en las generaciones más jóvenes, etc.
Finalizamos con unas de las frases célebres de Noam Chomsky que conecta directamente con todo lo expuesto “Es la responsabilidad de los/las intelectuales decir la verdad y exponer las mentiras”.
Director de la revista científica Masculinities and Social Change