El movimiento #MeToo hizo que las mujeres de todo el mundo prestaran más atención a las luchas de sus compañeras, al mismo tiempo que recordaban lo comunes que pueden ser nuestras experiencias.
Según Forbes, las formas de discriminación hacia las mujeres en las organizaciones está cambiando aunque permanece actitudes que fomentan el acoso y la discriminación. La forma en que mostramos a las mujeres y entendemos el impacto de estos desafíos es primordial. Reconocer cuándo le sucede a una colega frente a una misma y encontrar una manera de actuar es lo que genera el cambio.
Forbes apunta que uno de los problemas recae en las malas prácticas que existen en algunas organizaciones sobre hablar mal de los compañeros y compañeras, criticarse, lo que conlleva que cuando ocurren situaciones de discriminación y desigualdad hacia las mujeres no se actúe para protegerlas y defenderlas. Las investigaciones sobre la temática apuntan al mismo tiempo a la necesidad de crear redes de apoyo que protejan, en todos los
espacios.
Coordinadora del Metoo University