Una característica clara de las Nuevas Masculinidades Alternativas (NAM) es que buscan que todas sus relaciones estén llenas de sentido, y que las personas implicadas estén motivadas.
En la sociedad actual, tenemos cada vez más libertad para ir decidiendo en diálogo igualitario qué tipo de relación queremos establecer, y se trata de una relación ideal cuando ésta es acordada libremente y está ausenta de violencia, independientemente de las características específicas (duración, personas, sexo, tiempo juntos, etc).
Debido a la existencia en la sociedad de un discurso extendido que genera deseo hacia el riesgo y lo problemático, y que a veces incluso quita excitación a aquello que no tiene esos componentes, un NAM sabe que algunas personas no van a sentirse atraídas por él porque busca la pasión en los sentimientos, en la igualdad y en la confianza, no en las peleas ni en las tensiones. Un NAM es consciente de la existencia de la atracción a la violencia en muchas relaciones e interacciones y ya de partida no desea ni elige relaciones con personas que esperan eso de ellos.
Aun así, desde las relaciones igualitarias existe el mito, todavía interiorizado en muchas personas (aunque sea fácil de desmontar), de que la pasión tiene fecha de caducidad, de que la fase de enamoramiento se acaba. Son tantísimos los casos de relaciones que mejoran cada año que queda claro que el mito solo sirve de excusa para quienes no consiguen mantener la pasión. En cualquier caso, la suerte es que sabemos cómo, y está al alcance de todo el mundo, no solo mantener la pasión sino aumentarla: dedicarse tiempo, cuidarse, trabajarse la relación es algo que se escucha mucho cuando se dan consejos a este respecto.
Una idea que no se plantea tanto, y que nos regala Jesús Gómez (una de las personas que desde la ciencia más ha contribuido a mejorar las relaciones afectivo-sexuales de todas las personas), es consensuar en nuestras relaciones no permitirnos bajar la motivación que sentimos; y, en caso de que esto suceda, darnos un toque de atención y decirnos “ey, que no estamos aquí para perder el tiempo”. El artículo científico “I only want passionate relationships, are you ready for that?” ya presentado en DF analiza una situación que justo hace referencia a esto. Paul plantea cómo siente que se merece que la persona con la que tiene una relación mantenga el brillo en los ojos hacia él; y cómo, con mucho atractivo y seguridad en sí mismo, le plantea a esa persona que no tiene porqué bajar sus expectativas de la relación que quiere y que tanto han hablado. Esa actitud pone en órbita a su pareja, que siente que tiene que ponerse las pilas porque él realmente lo tiene claro y no busca nada menos del 100% de motivación por la otra parte, dando por hecho que él da su 100%.
Plantear algo así y vincularlo con una masculinidad alternativa es muy revolucionario, porque no estamos acostumbrados a plantear que una nueva masculinidad se haga valer y no quiera relaciones en las que no es deseado, en las que la otra persona pierde la chispa; y sin embargo, es clave hablar de esto, porque los NAM son lo contrario a los pagafantas, no se contentan con menos de lo que saben que se merecen. Este sentimiento mejora nuestras elecciones, nuestras relaciones y nuestro atractivo, porque quienes tenemos alrededor tienen claro que no nos permitimos ni a nosotros mismos ni a los demás bajar la motivación, mantener comportamientos quejosos, pesimistas, egocéntricos, que nos busquen para contarnos sus problemas pero no para divertirnos, que nos cuenten dramas pero no quieran hacer nada para mejorar, etc.
Todos podemos tener épocas más flojas, pero la cuestión es no descuidar la relación aunque nos pasen cosas, precisamente porque mantener al 100% ciertas relaciones más cercanas puede ayudarnos mucho, y al contrario, si no las cuidamos, pueden contribuir a que estemos más solos y que tomemos peores decisiones. El famoso estudio longitudinal de Harvard concluye claramente que es la calidad de nuestras relaciones la que más define nuestras felicidad y salud futuras. La mayoría de personas desearíamos que todas nuestras relaciones nos generarán brillo en los ojos, ilusión, motivación. En una época de regalos hacia nuestros seres queridos, podemos optar por regalarnos conversaciones en torno a mantener al 100% la motivación, lo que tanto va a mejorar nuestras relaciones y, por lo tanto, nuestras vidas.
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