La explotación sexual infantil es un fenómeno en constante evolución determinado por los avances tecnológicos que procuran un alto nivel de anonimato a los espectadores. Como una forma de ciberdelincuencia, es una de las prioridades de la Unión Europea en la lucha contra la delincuencia grave y el crimen organizado como parte del Plan EMPACT 2022 – 2025.
Europol ha identificado cuáles son las principales amenazas en este ámbito: las redes entre pares de acceso anónimo como Darknet; la retransmisión en vivo; la extorsión mediante peticiones sexuales on line, y la interconexión entre los agresores.
En 2017, Europol lanzó la iniciativa Stop Child Abuse – Trace An Object (Parar el abuso infantil rastreando un objeto). Un bote de champú, la portada de una revista o el papel de la pared, las pistas más inocentes pueden a veces ayudar a resolver un caso. Cada objeto que se muestra en su web ha sido extraído del fondo de una imagen de pornografía infantil. En todos los casos ya han sido examinadas todas las vías de investigación posibles. Por eso se pide la ayuda de la ciudadanía para identificar esos objetos con el convencimiento de que esta colaboración abrirá nuevas pistas para salvar a estos niños y niñas localizando la zona o el país del que procede.
Haciendo click sobre el objeto reconocido, se abre una ventana para proporcionar -de manera anónima- a Europol la información que se tenga de dicho objeto. Una vez localizado el origen del objeto, Europol informa a las autoridades policiales de ese país para que sigan investigando esa pista y se acelere la identificación del agresor y la víctima. Al mismo tiempo, se pide a las personas colaboradoras que no compartan ninguna información personal en internet por respeto a las víctimas.
Entre los resultados conseguidos, se han proporcionado alrededor de 26.800 pistas, se ha localizado el país en 105 casos, se ha identificado a 12 menores y se les ha puesto a salvo, se ha identificado y procesado a 4 agresores, según datos del pasado mes de julio.
Este proyecto pretende aprovechar el alcance global de internet para dar la oportunidad a la ciudadanía de colaborar en el proceso de investigación y participar activamente en la prevención mundial del abuso infantil.
