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Marcha en Francia. Twitter Left_EU

A pocos días del 25 de noviembre, día internacional de la lucha contra la violencia hacia las mujeres, organizaciones feministas llamaron a las mujeres (y hombres) de todo el país a salir a la calle el sábado, en una manifestación a la que, solo en París, acudieron hasta 50.000 personas, según el colectivo organizador, Nous Toutes (18.000 según la policía). 

Esta vez el movimiento Me Too alza la voz de mujeres vinculadas a la política y a los medios de comunicación que, valientemente han salido a las calles a denunciar las violencias sexuales a las que se han visto sometidas y para reclamar, en favor de todas las mujeres, que nunca más vuelva a elegirse a un responsable político acusado de abusos o que, una estrella mediática pueda aprovecharse de su posición para vejar a una mujer tal como informa El País.

 

El pasado lunes,  285 mujeres relacionadas con el mundo de la política y la universidad escribieron en una tribuna publicada en Le Monde que, pese a los discursos sobre la lucha contra la violencia machista y las alertas sociales, siguen siendo elegidos en el Parlamento, en ayuntamientos, en consejos departamentales y regionales, etc a hombres acusados, a veces por violación, agresión sexual, agresión contra menores o por violencia sexista. 

 

Son diversas las mujeres firmantes del Me Too político (Karima Delli y Delphine Bato, Danièle Obono, Laurence Rossignol…) pero les une un mismo objetivo, el fin de la “omertà” sobre el tema y la asunción de responsabilidades en el mundo político. Reclaman que los partidos descarten de sus filas a los autores de violencia machista y la ejemplaridad en la designación de sus candidatos evitando el nombramiento de cualquier hombre sospechoso de violencia sexual. 

La tribuna, que ha tenido un gran eco en Francia, ha ido acompañada por la creación de la etiqueta #MeTooPolitique y una web (metoopolitique.fr) para que las mujeres puedan contar sus casos. Su petición para que los partidos se comprometan a no contratar ni nombrar a hombres acusados de abusos sexuales supera ya las 20.000 firmas. Las comunicadoras también han creado una asociación, #Metoomedias, para aportar escucha, protección y acompañamiento jurídico si es necesario, según explica la periodista Emmanuelle Dancourt a la Agencia France Presse.

No es la primera vez que se crea un movimiento Me Too para erradicar el acoso sexual en el mundo de la política, ejemplos como el de #MeTooPoliSci ADVANCE abordó el desafio de lograr que las organizaciones políticas dejen de ser cómplices del acoso sexual, dejen de tratar el acoso sexual como algo habitual que “forma parte de la participación política” y visibilicen y apoyen las intervenciones valientes de mujeres y hombres que alzan la voz contra la violencia machista y se posicionan activamente, la ejerza quien lo ejerza. 

 

Como se recogió en una noticia de este mismo diario, son las complicidades las que mantienen el silencio en torno a los acosadores y les dan atractivo. Para acabar con el acoso sexual en todos los entornos, un paso clave que hay que dar es romper con esas complicidades y,  quien lo desee verdaderamente, puede hacerlo desde hoy mismo. 

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