image_pdfPDFimage_print

Los dramas producidos y consumidos en Corea del Sur son una forma breve y serializada de contenido elaborado específicamente para plataformas de visualización móviles. En una investigación reciente publicada en “International Journal of Cultural Studies”, Better than television, the rise of Korean web dramas, Jennifer M. Kang de la DePauw University (Estados Unidos), analiza el posicionamiento de los dramas como un paso en la evolución de la televisión, examinando su auge y la fuerte influencia que ha tenido lo que se conoce como “la Ola Coreana” (el aumento de la popularidad a nivel global de la cultura contemporánea de Corea del Sur desde mediados de la década de 1990) en la configuración de los estándares de la televisión coreana. 

El punto de partida que plantea Kang es que los dramas se han desarrollado como una solución para revivir la disminución de los índices de audiencia de las telenovelas tradicionales en Corea y, al mismo tiempo, como una alternativa más moderna y superior a éstas en términos de su potencial económico. Para este estudio, Kang analizó informes y artículos del gobierno coreano publicados en revistas especializadas y periódicos que discuten la temática de los dramas durante el período de 2014 a 2018, en el que la producción aumentó significativamente. La búsqueda se realizó a través del Sistema Integrado de Base de Datos de Periódicos de Corea (KINDS) y las bases de datos mantenidas por la Comisión de Comunicaciones de Corea (KCC), la Agencia de Contenido Creativo de Corea (KOCCA) y la Agencia de Comunicaciones (KCA). Siguiendo un enfoque de estudios críticos de la industria de los dramas, Kang realizó un análisis del discurso en todos estos materiales seleccionados para evaluar así las formas en que las fuerzas económicas, regulatorias e institucionales influyen en la producción cultural. 

La investigación de Kang revela que los dramas tienen el potencial de generar efectos económicos sinérgicos que impactan en otras áreas de la cultura como son el turismo, la televisión y los webtoons (un formato de historieta digital creado también en Corea del Sur). Además de esto, sugiere la autora que los dramas se han representado como la mejor estrategia para acceder al mercado chino, especialmente durante periodos en los que las relaciones políticas entre Corea y China impidieron la exportación de telenovelas. Los resultados de este estudio amplían la noción de calidad en los estudios de televisión al remarcar la función de la viabilidad comercial como un marcador de diferencia. Comenta Kang que, si bien la investigación existente tiende a centrarse en “lo artístico” en lugar de en “lo económico”, el discurso sobre la calidad en torno a los dramas de 2014 a 2018 enfatizó la comercialización del arte. Este énfasis se alinea con lo que otros autores y autoras ya han llamado como “innovación capitalista” como característica de la calidad. En lugar de que el éxito comercial se produzca a costa de la creatividad, estos dos aspectos de la televisión se retroalimentan. Observa la autora que, según sus resultados, en el caso de los dramas, las perspectivas comerciales se basan en una perspectiva neoliberal impulsada por el estado sobre la cultura a través del respaldo simbólico como fuente del “orgullo nacional”. El fenómeno conocido como “La Ola Coreana” ha sido moldeado por la instrumentalización de la cultura por parte del gobierno para equipararse con el valor económico y este punto de vista se extiende a lo que se acepta como eso que es de calidad en los discursos dominantes relacionados con los dramas. Sugiere Kang que entender la influencia y el éxito de los dramas también pasa por entender mejor la autonomía artística de este tipo de contenido. Los dramas son el resultado de experimentos de sus creadores, que usan narrativas breves, una estética narrativa innovadora y una expansión temática. Además de esto, y otro campo para el cual existe una vasta literatura científica, los dramas han sabido capitalizar el amplio potencial de crecimiento del mercado de la audiencia móvil, de modo que se han convertido en algo más que dramas de televisión más breves.