image_pdfPDFimage_print

Confundiendo la libertad de elección por el libertinaje y encubriendo bajo el libertinaje la peor sumisión a los peores chicos, algunas mujeres se reivindican y coaccionan a las otras para que hagan lo mismo bajo el grito “todas somos putas”.

Esconder y silenciar los hitos conseguidos por grupos de mujeres como Mujeres libres, que lograron el “No somos liebres, somos libres” precisamente porque elegían ellas con quién tenían sus relaciones libremente, bajo el manto de la peor de las sumisiones perjudica enormemente y coacciona la libertad de aquellas chicas que, tomando de referentes a las mujeres valientes que rompieron con imposiciones y sumisiones, deciden no sucumbir a los cánticos de “todas somos putas”.

La reivindicación de la explotación como identidad, no sólo no acaba con la explotación, sino que da alas a los explotadores y la los abusadores a continuar sometiendo a las mujeres, con el aval de algunas que se dicen “feministas”. 

En determinados momentos de la historia se ha reivindicado a autores y autoras como referentes del feminismo, sabiendo que defendían abiertamente y practicaban la pederastia. ¿Es que ha llegado el momento también de reivindicar y practicar abiertamente la prostitución desde el feminismo? ¿O es que se acepta y se concibe que dentro de algunos grupos el deseo y el morbo están precisamente en la más enorme de las formas de sumisión de las mujeres?

Hablar en nombre de “todas” de un modo tan salvaje es denigrante, ridículo y, ante todo, lo más contrario a la igualdad y la libertad.

Views All Time
Views All Time
1178
Views Today
Views Today
1
Secciones: portada

Si quieres, puedes escribir tu aportación