Cada vez existen y se crean más espacios igualitarios y dialógicos basados en evidencias científicas, tan necesarios en la transformación hacia una sociedad con las mismas características. Prueba de ello son las charlas en torno al discurso coercitivo y la presión que implica sobre la libertad de cada persona y la sección de Nuevas Masculinidades Alternativas (NAM) de este medio.
Entre otras actuaciones de éxito y espacios científicos, estas dos concretamente ahondan en la alternativa a lo tradicional dominante y en el feminismo practicado tanto por hombres como mujeres, adolescentes y desde los cero años. La transformación es posible y la investigación Making Choices in Discourse: New Alternative Masculinities Opposing the “Warrior’s Rest”, un artículo científico publicado en la revista “Frontiers in Psychology”, analiza el mito del “descanso de la guerrera” y las implicaciones que hay detrás de caer en este fenómeno.
Tal y como la ciencia indica, el descanso de la guerrera tiene en su base la atracción a la violencia. La mujer es atraída por “chicos malos” enmarcados en la masculinidad tradicional dominante para “divertirse” en las relaciones hasta que decide “descansar” con una relación estable para la cual escoge un “chico bueno” entendido como una masculinidad tradicional oprimida. Esto significa que se escoge un tipo de hombre en función del objetivo de pasárselo bien o sentar la cabeza, lo que implica una socialización en el engaño fruto del discurso coercitivo.
Utilizando la metodología cualitativa, este artículo ha analizado por un lado la importancia que tienen el lenguaje que se usa y la interacción que se da entre las mujeres para reproducir la atracción hacia un tipo de masculinidad u otra y, por el otro lado, la propuesta transformadora ofrecida por la Nueva Masculinidad Alternativa que tiene una característica fundamental: el rechazo claro y rotundo a la violencia. Un hombre NAM no aceptaría nunca ser “descanso” de ninguna mujer, ya que se aleja de la doble moral y usa el lenguaje del deseo que lo hace atractivo, pero nunca un “chico malo” ni un “pagafantas”.
Este tipo de investigaciones tienen por meta luchar en contra de la violencia de género, alejarse de las relaciones tóxicas y prevenir caer en el discurso coercitivo. En base a las cinco personas que formaron parte del estudio, tres hombres y dos mujeres que han explicado independientemente sus experiencias, se han establecido diferentes categorías: 1) Hay mujeres que reproducen el mito del descanso de la guerrera al mismo tiempo que basan sus relaciones en la doble moral; 2) hay mujeres cuyas amigas también han reproducido el mito y la doble moral; 3) hay hombres que han estado en este tipo de relaciones conformando el descanso de la guerrera; 4) hay hombres cuyas amistades han sido considerados para “el descanso de la guerrera” y 5) hay hombres que claramente no quieren ser partícipes de ello.
Es importante conocer qué tipo de interacciones promueven la doble moral y reproducen el mito para poder reconocerlo y tener la información necesaria para rechazar este tipo de discurso. Por el otro lado, los resultados de esta investigación explican la manera en la que el uso del lenguaje del deseo ofrece una puerta de salida para tener unas relaciones igualitarias y alejadas de cualquier tipo de discurso coercitivo que nos podría hacer abandonar nuestros sueños de tener relaciones llenas de libertad, idílicas y románticas.
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