“El acoso sexual está en todas partes, no descansaremos hasta que no esté en ningún lado” es el lema con el que comienza la campaña Our Streets Now. Esta iniciativa, promovida por Maya y Gemma Tutton, dos hermanas de 20 y 14 años, tiene por objetivo lograr que el acoso sexual en las calles suponga un delito contemplado por la ley en Reino Unido ya que, según denuncian las jóvenes, este tipo de acoso no constituye actualmente un delito penal y por tanto no es posible denunciarlo.
La campaña, que se inició con una petición de change.org, logró en menos de cien días más de 100.000 firmas y a día de hoy ya son más de 437.200 las personas que han firmado para que se legisle el acoso sexual callejero. Además, la campaña, inspirada por el movimiento del #MeToo, está recogiendo a través de las redes sociales miles de testimonios de personas muy diversas que han sido víctimas de acoso y cuyos relatos se han considerado clave para lograr el impacto y alcance que está teniendo la petición. “Queremos que todas las voces sean escuchadas” es el mensaje que mandan desde la campaña.
Así, dado el gran número de relatos con los que cuentan, lo que se inició por las dos fundadoras tras un episodio personal de acoso sexual en la calle, constituye ahora un equipo de 27 jóvenes de gran diversidad que coordinan el movimiento para conseguir que, siguiendo el modelo de la ley francesa aprobada en 2018, se legisle este tipo de acoso.
Según los datos de prevalencia que publican en su web, el acoso sexual en público es la forma de violencia más sufrida por niñas y mujeres. El 68% de las mujeres adultas han sufrido acoso sexual callejero desde los 15 años y se sabe que la primera vez que esto sucede es en la mayoría de los casos antes de los 18. Además, un tercio de las mujeres que sufre acoso sexual verbal lo padace con una frecuencia de al menos una vez al mes. En su web también tienen disponibles otros datos estadísticos, algunos de los relatos publicados y diferentes recursos para llevar el tema a las escuelas y otros entornos educativos.
Las cuatro prioridades de la campaña llevada al ámbito educativo son:
- Reducir la vergüenza y el estigma de las víctimas de acoso sexual en la calle
- Prevenir que los chicos perpetúen alguna vez este tipo de acoso
- Abordar los mitos en torno a la culpabilidad de las víctimas
- Y promover la bystander intervention (intervención de los espectadores)
En una entrevista en “The Guardian”, Gemma dice que este tipo de acoso se ha dado siempre y que, sin embargo, es ahora cuando la gente está empezando a no tolerarlo y posicionarse. Las experiencias compartidas por las víctimas y supervivientes, así como el caso de Sarah Everard y las más de 20.000 nuevas denuncias de acoso hechas a raíz de la vigilia del mismo, también fueron significativas para sumar voces a esta campaña que pretende lograr que las calles y el mundo sean un seguro para todas las niñas y jóvenes.
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