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Cada año, el 8 de marzo se conmemora en gran parte del mundo el Día Internacional de la Mujer, hoy en día representado con una mayor participación de los diversos grupos de mujeres que forman parte de los movimientos sociales en los que se reivindican los derechos a la vida libre de violencia, a la salud, la igualdad de derechos y al fundamental derecho a la diferencia. Además, se vive con ilusión por los avances en los derechos adquiridos y con pasión por la lucha por la equidad que continúa día a día.

Este día tan significativo, originalmente llamado Día Internacional de la Mujer Trabajadora, fue institucionalizado como el Día Internacional de la Mujer por Naciones Unidas en 1975.

Este año, ONU Mujeres lo destaca con el tema “Mujeres líderes: Por un futuro igualitario en el mundo de la Covid-19”, y desea celebrar los enormes esfuerzos realizados por mujeres y niñas de todo el mundo a la hora de definir un futuro más igualitario y la recuperación ante la pandemia de Covid-19. Igualmente, resalta las deficiencias que persisten y se agudizan en este contexto. 

Sobre los desafíos que quedan, resaltan los resultados del reciente informe del Secretario General de las Naciones Unidas. En la introducción de este informe se establece que la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer tendrá como tema prioritario durante 2021 la participación de las mujeres de forma plena y efectiva en la toma de decisiones en la vida pública, así como la eliminación de la violencia, para lograr la igualdad entre los géneros y el empoderamiento de todas las mujeres y las niñas, y establece una relación directa entre este tema y la Declaración Universal de Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, la Convención sobre los Derechos Políticos de la Mujer, la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer y otros acuerdos internacionales. 

Como referencias para potenciar estas metas, se establece que en la Declaración y la Plataforma de Acción de Beijing se resalta la necesidad de abordar la desigualdad entre los hombres y las mujeres en el ejercicio del poder y se subraya la igualdad de acceso de las mujeres a la adopción de decisiones y su plena participación en ellas como estrategia fundamental para lograr la igualdad en favor de las mujeres y las niñas. 

 

Sin embargo, también se destaca que, pese a que están participando más en la vida pública, las mujeres no gozan de igualdad en este ámbito, debido en parte a que los  hombres que ejercen poder suelen resistirse al liderazgo de las mujeres, incluso dentro de los partidos políticos, por lo que las mujeres siguen estando considerablemente subrepresentadas en todos los aspectos de la adopción de decisiones. 

 

Sumado a lo anterior, es relevante recordar que las mujeres mantienen los mayores niveles de pobreza, tienen menos acceso a la financiación y las tareas de cuidado recaen más sobre ellas, además de las dificultades con que se topan para hacer realidad su salud y derechos sexuales y reproductivos y del carácter excluyente de algunas normas y procedimientos institucionales.

Respecto de la importancia de la participación y la igualdad de derechos para las mujeres, el informe destaca que su participación diversifica las experiencias de vida en que se basan quienes formulan las políticas y da espacio para manifestar prioridades distintas según las experiencias comunes vividas en función del género. A su vez, se acentúa que el activismo de las mujeres en la sociedad civil impulsa el cambio. 

 

Esto potencia la buena gobernanza y la democracia que, según las personas expertas, requieren liderazgo y representación inclusivos y añaden que, aunque los hombres y las mujeres son igualmente responsables de que se logre la igualdad de género, si hay más mujeres en los cargos públicos esa mayor presencia puede influir en las políticas públicas y las prácticas institucionales y hacer que respondan a las cuestiones de género, ya que cuando hay ejercicio compartido del poder aumentan la calidad, la pertinencia y la eficacia de la formulación e implementación de políticas, como ha demostrado hace poco el rol fundamental de las mujeres en las respuestas a la pandemia de enfermedad por coronavirus (COVID-19). 

 

Con solo un 21 % de mujeres en cargos ministeriales, el liderazgo femenino es muy bajo. Sin embargo, esta cifra es 5 puntos más alta que en 2010, lo que significa un crecimiento e invita a seguir luchando para que se logre una real equidad, ya que hoy estos avances se ven amenazados por la contracción de los espacios cívicos y públicos libres de violencia contra las mujeres, que `ponen en peligro su participación, sobre todo por la violencia que se ejerce contra ellas en espacios como las redes sociales y otros de la vida pública

 

Finalmente, el informe hace más de 50 recomendaciones para que la igualdad de derecho y participación de las mujeres sea una realidad y se mantenga en el tiempo. Estas abarcan diversas áreas dentro de lo público y lo privado y se centran en asegurar las condiciones necesarias para que las mujeres, las jóvenes y las niñas puedan ser parte de los espacios de decisión en igualdad, con seguridad y libres de violencia, y de este modo poder alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030. 

 

Con todo, ONU Mujeres considera que  el Día Internacional de la Mujer de este año es un clamor a favor de la Generación Igualdad, a fin de actuar para conseguir un futuro igualitario para todas y todos. El Foro Generación Igualdad, la reunión más importante para la inversión y la adopción de medidas por la igualdad de género, dará comienzo en Ciudad de México entre el 29 y el 31 de marzo, y se clausurará en París en junio de 2021. Este evento congregará a personas líderes, visionarias y activistas de todo el mundo, de manera segura en una plataforma virtual, a fin de impulsar un cambio transformador y duradero para las generaciones venideras.

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